Especificaciones y análisis del Rover MGF
Potencia
120CV
Par
165Nm
Consumo
8.3l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10s
Vel. Máx.
190km/h
Peso
1175kg
Precio
26,640€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 6v
RWD
2 / 2 puertas
210 L
50 L
88 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Rover MGF 1.8i Stepspeed 00MY · 120 CV (2000-2002)
Descripción general
El Rover MGF 1.8i Stepspeed de 2000 es un roadster que encarna la esencia del placer de conducir británico. Con su diseño atemporal y una configuración mecánica pensada para el disfrute, este coche se presenta como una opción encantadora para quienes buscan una experiencia al volante pura y emocionante. Su motor de 1.8 litros y 120 CV, combinado con una transmisión automática de 6 velocidades, promete una agilidad sorprendente y una respuesta vivaz en cada trayecto. Es un vehículo que invita a sentir la carretera y a disfrutar de cada curva, un verdadero clásico moderno que sigue cautivando.
Experiencia de conducción
Conducir el MGF 1.8i Stepspeed es una experiencia que despierta los sentidos. La posición de conducción baja, el viento en el cabello y el sonido del motor de 120 CV trabajando en armonía, crean una conexión íntima con la carretera. La dirección precisa y la suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes, con estabilizadoras, ofrecen un comportamiento dinámico y ágil, permitiendo trazar las curvas con confianza y una sonrisa. La aceleración de 0 a 100 km/h en 10 segundos y una velocidad máxima de 190 km/h, aunque no son cifras de infarto, son más que suficientes para disfrutar de una conducción deportiva y emocionante. Es un coche que te hace sentir vivo, un verdadero juguete para adultos que valora la emoción por encima de la velocidad bruta.
Diseño y estética
El diseño del Rover MGF es un homenaje a los roadsters clásicos británicos, con líneas suaves y elegantes que evocan una sensación de atemporalidad. Su carrocería compacta de 3910 mm de largo, 1630 mm de ancho y 1270 mm de alto, junto con una distancia entre ejes de 2380 mm, le confiere una presencia deportiva y equilibrada. Los faros redondos y la parrilla distintiva le otorgan una personalidad única, mientras que las llantas de 15 pulgadas, con neumáticos 185/55 R15 V delante y 205/50 R15 V detrás, realzan su carácter deportivo. Es un coche que gira cabezas, un icono de estilo que sigue siendo relevante hoy en día.
Tecnología y características
Aunque el Rover MGF 1.8i Stepspeed de 2000 no cuenta con la tecnología más avanzada de su época, sí incorpora elementos que contribuyen a su carácter y rendimiento. Su motor de gasolina de 1795 cc, con 4 cilindros y 4 válvulas por cilindro, utiliza inyección indirecta para una entrega de potencia suave y eficiente. La transmisión automática de 6 velocidades Stepspeed es un punto clave, ofreciendo comodidad y una experiencia de conducción más relajada sin sacrificar el disfrute. La suspensión independiente en ambos ejes y los frenos de disco ventilados delanteros y macizos traseros, garantizan un control y una seguridad adecuados para su segmento. Es una tecnología enfocada en la experiencia de conducción, más que en la conectividad o las ayudas a la conducción.
Competencia
En su época, el Rover MGF 1.8i Stepspeed se enfrentaba a rivales como el Mazda MX-5, el BMW Z3 y el Fiat Barchetta. Cada uno ofrecía su propia interpretación del roadster, pero el MGF destacaba por su encanto británico, su suspensión hidragas (en algunas versiones) y su diseño distintivo. Aunque el MX-5 era conocido por su fiabilidad y agilidad, y el Z3 por su prestigio y potencia, el MGF ofrecía una alternativa con un carácter más peculiar y una experiencia de conducción igualmente gratificante. Era un coche para aquellos que buscaban algo diferente, con un toque de excentricidad y un gran corazón.
Conclusión
El Rover MGF 1.8i Stepspeed de 2000 es más que un coche; es una declaración de intenciones. Es un vehículo que celebra la alegría de conducir, la libertad del aire libre y la belleza del diseño clásico. Con su motor vivaz, su transmisión suave y su chasis ágil, ofrece una experiencia al volante que pocos coches modernos pueden igualar. Es un coche para disfrutar, para escapadas de fin de semana y para saborear cada kilómetro. Aunque su consumo combinado de 8.3 l/100km y su etiqueta ambiental B lo sitúan en un contexto diferente al actual, su encanto y su capacidad para emocionar permanecen intactos. Es un clásico que merece ser apreciado y disfrutado por su espíritu inquebrantable.




