Saab 9-3 SEK 2.0i 5p · 131 CV (1998-2000)

1998
Gasolina
FWD
Manual 5v
Saab 9-3 - Vista 1
Saab 9-3 - Vista 2
Saab 9-3 - Vista 3
Saab 9-3 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Saab 9-3

Potencia

131CV

Par

177Nm

Consumo

9.1l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

11s

Vel. Máx.

200km/h

Peso

1240kg

Precio

20,529

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

494 L

Depósito

64 L

Potencia

96 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima131 CV / 96 kW
Par máximo177 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito64 L
Maletero494 L

Análisis detallado del Saab 9-3 SEK 2.0i 5p · 131 CV (1998-2000)

Descripción general

El Saab 9-3 de 1998, en su versión SEK 2.0i de 5 puertas, emerge como un vehículo que, a pesar de los años, mantiene un encanto particular. Con un motor de gasolina de 131 CV y una caja de cambios manual de 5 velocidades, este modelo prometía una experiencia de conducción distintiva, fiel al espíritu de la marca sueca. Su diseño, aunque anclado en finales de los 90, sigue evocando una sensación de solidez y carácter.

Experiencia de conducción

Al volante del Saab 9-3 SEK 2.0i, la sensación es de control y confort. El motor de 131 CV, aunque no es un derroche de potencia, ofrece una respuesta adecuada para la mayoría de las situaciones, permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 11 segundos y una velocidad máxima de 200 km/h. La suspensión, con estabilizadoras tanto delante como detrás, proporciona una pisada firme y segura, absorbiendo las irregularidades del camino con aplomo. La dirección, aunque carece de la inmediatez de los sistemas modernos, transmite confianza. El consumo combinado de 9.1 l/100km es un recordatorio de su época, pero el placer de la conducción y la sensación de seguridad que transmite compensan este aspecto.

Diseño y estética

El diseño del Saab 9-3 de 1998 es inconfundiblemente Saab. Sus líneas, aunque no tan aerodinámicas como las de modelos posteriores, proyectan una imagen de robustez y funcionalidad. La carrocería de 5 puertas ofrece una versatilidad práctica, y sus dimensiones (4639 mm de largo, 1711 mm de ancho y 1428 mm de alto) le otorgan una presencia notable en la carretera. El maletero, con 494 litros, es generoso y muy aprovechable. Los detalles interiores, aunque sobrios, reflejan la ergonomía y la atención al detalle que caracterizaban a la marca, con materiales que, a pesar del tiempo, suelen mantener una buena calidad.

Tecnología y características

En 1998, el Saab 9-3 SEK 2.0i incorporaba una tecnología que, para su época, era avanzada y centrada en la seguridad y el confort. El motor de gasolina de 1985 cc, con inyección indirecta y 4 válvulas por cilindro, era un propulsor fiable y eficiente. Los frenos de disco ventilados delanteros (288 mm) y los discos traseros (286 mm) aseguraban una frenada potente y segura. Aunque carece de las ayudas a la conducción modernas, su chasis bien equilibrado y su construcción sólida ofrecían una seguridad pasiva destacable. La transmisión manual de 5 velocidades, aunque sencilla, era precisa y robusta.

Competencia

En su segmento y época, el Saab 9-3 SEK 2.0i se enfrentaba a competidores de peso como el BMW Serie 3, el Audi A4 y el Mercedes-Benz Clase C. Si bien estos rivales alemanes podían ofrecer una imagen más deportiva o un mayor lujo, el Saab se distinguía por su enfoque en la seguridad, la innovación y una personalidad única. Su diseño distintivo y su filosofía de ingeniería lo convertían en una alternativa atractiva para aquellos que buscaban algo diferente, con un toque de exclusividad y un carácter más individualista.

Conclusión

El Saab 9-3 SEK 2.0i de 1998 es más que un simple coche; es una declaración de intenciones. Representa una época en la que Saab se atrevía a ser diferente, ofreciendo vehículos con un carácter propio, una seguridad ejemplar y una calidad de construcción que perdura. Aunque sus prestaciones y consumo no compiten con los estándares actuales, su encanto reside en la experiencia de conducción, la solidez de su ingeniería y la nostalgia de una marca que dejó una huella imborrable. Es un coche para disfrutar, para quienes valoran la personalidad y la historia automotriz.