Saab 9-3 SE 2.0 T Coupé · 185 CV (1998-2001)

1998
Gasolina
FWD
Manual 5v
Saab 9-3 - Vista 1
Saab 9-3 - Vista 2
Saab 9-3 - Vista 3
Saab 9-3 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Saab 9-3

Potencia

185CV

Par

263Nm

Consumo

8.8l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

8s

Vel. Máx.

230km/h

Peso

-kg

Precio

29,371

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 3 puertas

Maletero

494 L

Depósito

64 L

Potencia

136 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima185 CV / 136 kW
Par máximo263 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito64 L
Maletero494 L

Análisis detallado del Saab 9-3 SE 2.0 T Coupé · 185 CV (1998-2001)

Descripción general

El Saab 9-3 Coupé de 1998, en su versión SE 2.0 T, emerge como un vehículo que desafía las convenciones, ofreciendo una propuesta única en el segmento de los coupés. Con su motor turboalimentado de 185 CV y un diseño distintivo, este modelo no solo buscaba transportar, sino también emocionar y diferenciarse. Representa la esencia de Saab: innovación, seguridad y un toque de excentricidad escandinava.

Experiencia de conducción

Al volante del Saab 9-3 Coupé, la experiencia es inconfundiblemente Saab. El motor 2.0 T de 185 CV entrega una respuesta contundente desde bajas revoluciones gracias a su turbo, empujando con decisión y ofreciendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 8 segundos. La dirección, precisa y comunicativa, junto con una suspensión McPherson delantera y un eje torsional trasero, proporciona un equilibrio entre confort y dinamismo. No es un deportivo radical, pero su comportamiento en carretera es ágil y seguro, invitando a disfrutar de cada curva. La caja manual de 5 velocidades permite exprimir al máximo el potencial del motor, haciendo de cada trayecto una experiencia gratificante y con un toque de distinción.

Diseño y estética

El diseño del Saab 9-3 Coupé es una declaración de intenciones. Sus líneas fluidas y aerodinámicas, con una silueta de tres puertas que evoca deportividad, lo distinguen de la competencia. La parrilla frontal, característica de la marca, y los faros integrados le confieren una personalidad inconfundible. En el interior, la ergonomía es clave, con un salpicadero orientado al conductor y una disposición de los controles que prioriza la funcionalidad. Los materiales, aunque sobrios, transmiten una sensación de solidez y calidad. Es un diseño que, sin ser ostentoso, irradia una elegancia atemporal y una funcionalidad pensada para el conductor.

Tecnología y características

En 1998, el Saab 9-3 Coupé incorporaba tecnología avanzada para su época. Su motor 2.0 T de 185 CV con inyección indirecta, turbo e intercooler era un ejemplo de ingeniería sueca, ofreciendo un rendimiento notable y una eficiencia razonable para su potencia. La tracción delantera y la transmisión manual de 5 velocidades garantizaban un control directo y una experiencia de conducción purista. Aunque no contaba con las pantallas táctiles de hoy, su instrumentación era clara y completa, y elementos como el sistema de climatización y el equipo de sonido estaban bien integrados, reflejando la atención al detalle de Saab en la experiencia del usuario.

Competencia

En su segmento, el Saab 9-3 Coupé se enfrentaba a competidores de la talla del BMW Serie 3 Coupé, el Audi A3 (aunque este último era más un compacto premium) y el Volvo C70. Frente a ellos, el Saab ofrecía una alternativa más excéntrica y menos convencional, con un enfoque en la seguridad, la innovación turbo y un diseño distintivo que apelaba a un público que buscaba algo diferente a las marcas premium alemanas tradicionales. Su personalidad única era su mayor baza.

Conclusión

El Saab 9-3 Coupé 2.0 T de 1998 es más que un coche; es una pieza de la historia automotriz que encarna la filosofía de Saab. Con su potente motor turbo, su diseño inconfundible y una experiencia de conducción que combina deportividad con confort, este coupé sigue siendo un objeto de deseo para los amantes de la marca. Es un coche que no solo te lleva de un punto A a un punto B, sino que te invita a disfrutar del viaje, a sentir la carretera y a apreciar la ingeniería sueca. Un clásico moderno que aún hoy conserva su encanto y su capacidad de sorprender.