Especificaciones y análisis del Saab 9-3
Potencia
179CV
Par
400Nm
Consumo
6l/100
Emisiones
159g/km
0-100 km/h
8.9s
Vel. Máx.
220km/h
Peso
1630kg
Precio
36,000€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
5 / 5 puertas
419 L
58 L
132 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Saab 9-3 Sport Hatch Griffin 1.9 TTiD 180 CV Aut. (2011-2012)
Descripción general
El Saab 9-3 Sport Hatch Griffin de 2011 es una propuesta que, incluso en su despedida, destila la esencia de una marca con carácter. Este modelo, con su motor 1.9 TTiD de 180 CV y cambio automático, se presenta como una opción distintiva para quienes buscan algo más allá de lo convencional en el segmento de los familiares compactos. Es un coche que invita a ser descubierto, a sentir su herencia y a disfrutar de una conducción con personalidad.
Experiencia de conducción
Al volante del 9-3 Sport Hatch Griffin, la sensación es de solidez y aplomo. El motor diésel de 180 CV empuja con decisión, ofreciendo una respuesta contundente que se gestiona con suavidad gracias a su transmisión automática de 6 velocidades. La dirección hidráulica, aunque no es la más moderna, transmite un buen tacto de la carretera, y la suspensión, de tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, filtra las irregularidades sin sacrificar una pisada firme. Es un coche que se siente seguro y predecible, ideal para viajes largos donde el confort y la estabilidad son primordiales. La aceleración de 0 a 100 km/h en 8.9 segundos es más que suficiente para la mayoría de situaciones, y su velocidad máxima de 220 km/h habla de su capacidad en carretera abierta. El consumo combinado de 6 l/100km es razonable para su potencia y tamaño.
Diseño y estética
El diseño del Saab 9-3 Sport Hatch Griffin es inconfundiblemente Saab. Su silueta de "Sport Hatch" combina la funcionalidad de un familiar con la elegancia de un coupé, creando una estética atemporal y distintiva. Las líneas son fluidas y aerodinámicas, con un frontal que mantiene la identidad de la marca y una zaga que culmina en un portón práctico y bien integrado. Los detalles Griffin, aunque sutiles, realzan su exclusividad. Es un coche que no busca seguir las modas, sino establecer su propio camino, y eso se refleja en cada curva y cada ángulo. El interior, aunque con un diseño que acusa el paso del tiempo, sigue siendo funcional y ergonómico, con materiales de buena calidad y una disposición de los mandos muy orientada al conductor.
Tecnología y características
En 2011, el Saab 9-3 Sport Hatch Griffin incorporaba una tecnología robusta y probada. Su motor 1.9 TTiD con inyección directa por conducto común, turbo de geometría variable e intercooler, era un ejemplo de eficiencia y rendimiento en su categoría. La transmisión automática de 6 velocidades ofrecía un funcionamiento suave y eficaz. En cuanto a seguridad, contaba con frenos de disco ventilados en ambos ejes y un chasis bien equilibrado. Si bien no disponía de las últimas ayudas a la conducción que vemos hoy, su equipamiento era completo para la época, centrado en la seguridad activa y pasiva, y en ofrecer una experiencia de conducción placentera y controlada. La dirección asistida hidráulicamente, aunque menos común hoy en día, proporcionaba una conexión directa con la carretera.
Competencia
En su momento, el Saab 9-3 Sport Hatch Griffin competía con modelos como el Audi A4 Avant, el BMW Serie 3 Touring o el Mercedes-Benz Clase C Estate. Frente a ellos, el Saab ofrecía una alternativa con un carácter más individualista y un diseño menos convencional. Si bien sus rivales alemanes podían presumir de una imagen de marca más consolidada y, en algunos casos, de tecnologías más avanzadas, el Saab se distinguía por su enfoque en la seguridad, su ergonomía interior y una personalidad que lo hacía destacar entre la multitud. Era la elección para aquellos que buscaban un coche premium pero con un toque de originalidad y una historia detrás.
Conclusión
El Saab 9-3 Sport Hatch Griffin de 2011 es más que un coche; es una declaración de intenciones. Representa la culminación de una filosofía de diseño y ingeniería que priorizaba la seguridad, la funcionalidad y una experiencia de conducción distintiva. Aunque la marca Saab ya no esté entre nosotros, este modelo sigue siendo un testimonio de su legado. Es un coche para quienes aprecian la calidad de construcción, un diseño atemporal y un motor diésel potente y eficiente. Su precio de 36.000 € en su momento lo posicionaba como una alternativa interesante en el segmento premium, ofreciendo un valor añadido en términos de exclusividad y carácter. Es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo capaz de arrancar una sonrisa a su conductor y de girar alguna que otra cabeza.




