Especificaciones y análisis del Saab 9-5
Potencia
170CV
Par
280Nm
Consumo
10.3l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
9.9s
Vel. Máx.
220km/h
Peso
1510kg
Precio
37,213€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
5 / 4 puertas
500 L
75 L
125 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Saab 9-5 SE 2.3t Aut. · 170 CV (2000)
Descripción general
El Saab 9-5 de 2000, en su versión SE 2.3t Automático, es un sedán que encarna la esencia de la marca sueca: seguridad, confort y un toque distintivo de originalidad. Con un motor de gasolina de 170 CV y una transmisión automática de 4 velocidades, este vehículo se posiciona como una opción interesante para quienes buscan una berlina de representación con un carácter diferente a las propuestas alemanas tradicionales. Su diseño atemporal y su enfoque en la ergonomía lo convierten en un coche que, a pesar de los años, sigue ofreciendo una experiencia de conducción placentera y segura.
Experiencia de conducción
Al volante del Saab 9-5, la sensación predominante es de solidez y aplomo. El motor 2.3t, con sus 170 CV, ofrece una respuesta suave y progresiva, ideal para viajes largos y una conducción relajada. La transmisión automática de 4 velocidades, aunque no es la más rápida, contribuye a la comodidad general, realizando los cambios de marcha de forma imperceptible. La suspensión, orientada al confort, filtra eficazmente las irregularidades del terreno, proporcionando un viaje sereno. La dirección, precisa y con buen tacto, permite guiar el coche con confianza. En curvas, el 9-5 se muestra estable, aunque no es un coche diseñado para una conducción deportiva. La insonorización es excelente, lo que contribuye a un ambiente interior tranquilo y agradable, perfecto para disfrutar de la carretera sin distracciones.
Diseño y estética
El diseño del Saab 9-5 es inconfundiblemente Saab. Sus líneas fluidas y elegantes, con una silueta que combina la funcionalidad de un sedán con un toque de deportividad, lo hacen destacar. El frontal, con la característica parrilla de Saab y los faros alargados, le confiere una personalidad única. La parte trasera, con sus pilotos envolventes, refuerza la sensación de robustez. En el interior, la ergonomía es la protagonista. El salpicadero, orientado al conductor, es intuitivo y funcional, con todos los controles al alcance de la mano. Los materiales, de buena calidad, y los acabados cuidados, crean un ambiente acogedor y sofisticado. Los asientos, especialmente cómodos, invitan a recorrer largas distancias sin fatiga. Es un diseño que, sin ser ostentoso, transmite una sensación de calidad y buen gusto.
Tecnología y características
A pesar de ser un coche del año 2000, el Saab 9-5 incorporaba soluciones tecnológicas avanzadas para su época. El motor 2.3t, con inyección indirecta, turbo e intercooler, ofrecía un buen equilibrio entre rendimiento y eficiencia. La transmisión automática de 4 velocidades, aunque hoy pueda parecer limitada, era un estándar en su segmento. En cuanto a seguridad, Saab siempre fue pionera, y el 9-5 no es una excepción, con un chasis robusto y sistemas de seguridad pasiva bien desarrollados. El sistema de climatización, eficaz y fácil de usar, garantizaba el confort térmico en cualquier situación. La instrumentación, clara y legible, proporcionaba toda la información necesaria al conductor. Aunque carece de las pantallas táctiles y los sistemas de asistencia a la conducción modernos, su tecnología se centraba en la funcionalidad y la seguridad.
Competencia
En su segmento, el Saab 9-5 competía con berlinas premium como el BMW Serie 5, el Mercedes-Benz Clase E y el Audi A6. Frente a ellos, el Saab ofrecía una alternativa con un enfoque diferente, priorizando la originalidad, la seguridad y un confort de marcha distintivo. Mientras que sus rivales alemanes destacaban por su deportividad o su lujo más tradicional, el 9-5 se dirigía a un público que valoraba la discreción, la innovación y una experiencia de conducción más relajada y personal. También se enfrentaba a modelos como el Volvo S80, con el que compartía una filosofía similar de seguridad y confort escandinavo.
Conclusión
El Saab 9-5 SE 2.3t Automático de 2000 es un coche que, a pesar del paso del tiempo, mantiene su encanto y su personalidad. Es una berlina que ofrece un confort excepcional, una seguridad robusta y un diseño que sigue siendo atractivo para aquellos que aprecian la originalidad. Su motor turbo proporciona una respuesta agradable y su transmisión automática contribuye a una conducción relajada. Es un coche ideal para viajes largos, donde su aplomo y su silencio interior se disfrutan plenamente. Para los amantes de la marca, o para quienes buscan una alternativa a las opciones más convencionales, el 9-5 sigue siendo una elección con carácter y distinción.




