Saab 9-5 Sedán 2.2 TiD (120CV) Arc Aut. · 120 CV (2003-2004)

2002
Gasóleo
FWD
Automático 5v
Saab 9-5 - Vista 1
Saab 9-5 - Vista 2
Saab 9-5 - Vista 3
Saab 9-5 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Saab 9-5

Potencia

120CV

Par

280Nm

Consumo

7.4l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

13s

Vel. Máx.

195km/h

Peso

-kg

Precio

34,750

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

500 L

Depósito

75 L

Potencia

88 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima120 CV / 88 kW
Par máximo280 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito75 L
Maletero500 L

Análisis detallado del Saab 9-5 Sedán 2.2 TiD (120CV) Arc Aut. · 120 CV (2003-2004)

Descripción general

El Saab 9-5 Sedán 2.2 TiD de 2002, con su motor de 120 CV y transmisión automática, representa la esencia de la ingeniería sueca, combinando una estética distintiva con una funcionalidad pensada para el confort y la seguridad. Este modelo, aunque no es el más potente de su gama, ofrece una experiencia de conducción equilibrada y un nivel de equipamiento que lo posiciona como una opción interesante dentro del segmento de las berlinas premium de su época.

Experiencia de conducción

Al volante del Saab 9-5, la sensación es de solidez y aplomo. La suspensión, tipo McPherson en el eje delantero, filtra eficazmente las irregularidades del terreno, proporcionando un viaje suave y confortable. El motor diésel de 2.2 litros, con sus 120 CV y 280 Nm de par, ofrece una respuesta adecuada para el día a día, aunque no esperes una aceleración fulgurante. La caja de cambios automática de 5 velocidades, con convertidor de par, contribuye a una conducción relajada, ideal para largos trayectos. La dirección, aunque no es la más comunicativa, cumple su función con precisión. En general, el 9-5 transmite una sensación de seguridad y control, invitando a disfrutar del viaje con tranquilidad.

Diseño y estética

El diseño del Saab 9-5 de 2002 es inconfundiblemente sueco, con líneas limpias y una silueta elegante que ha resistido bien el paso del tiempo. Su frontal, con la característica parrilla de Saab y los faros alargados, le confiere una personalidad única. La parte trasera, con sus pilotos envolventes, completa un conjunto armonioso y distintivo. En el interior, la ergonomía es una prioridad, con un salpicadero orientado al conductor y una disposición de los controles intuitiva. Los materiales, aunque no son los más lujosos, son de buena calidad y el ajuste es impecable, transmitiendo una sensación de durabilidad. El espacio interior es generoso, tanto en las plazas delanteras como en las traseras, y el maletero de 500 litros ofrece una capacidad más que suficiente para el equipaje de toda la familia.

Tecnología y características

A pesar de ser un modelo de principios de los 2000, el Saab 9-5 incorporaba soluciones tecnológicas avanzadas para su tiempo. El motor 2.2 TiD, con inyección directa, turbo de geometría variable e intercooler, era un ejemplo de eficiencia y rendimiento. La transmisión automática de 5 velocidades, aunque no es la más moderna, ofrecía un funcionamiento suave y fiable. En cuanto a seguridad, Saab siempre ha sido pionera, y este modelo no es una excepción, con una robusta estructura y sistemas de seguridad activa y pasiva que garantizaban la protección de los ocupantes. El equipamiento de confort incluía elementos como el climatizador automático, elevalunas eléctricos y un sistema de sonido de calidad, que contribuían a una experiencia de viaje placentera.

Competencia

En su segmento, el Saab 9-5 competía con berlinas premium como el BMW Serie 5, el Mercedes-Benz Clase E y el Audi A6. Frente a ellos, el Saab ofrecía una alternativa con un enfoque más individualista, destacando por su diseño distintivo, su énfasis en la seguridad y su confort de marcha. Aunque quizás no alcanzaba el dinamismo de un BMW o el lujo de un Mercedes, el 9-5 se posicionaba como una opción inteligente para aquellos que buscaban algo diferente, con un toque de exclusividad y una personalidad propia.

Conclusión

El Saab 9-5 Sedán 2.2 TiD de 2002 es un coche que, a pesar de los años, sigue manteniendo su atractivo. Su combinación de diseño elegante, confort de marcha y un motor diésel eficiente lo convierten en una opción interesante para quienes buscan una berlina con carácter y una buena relación calidad-precio en el mercado de ocasión. Es un coche que invita a disfrutar de la carretera, con una sensación de seguridad y una personalidad que lo distinguen de la multitud. Un verdadero clásico moderno que aún tiene mucho que ofrecer.