Saab 9-5 Sedán 2.2 TiD (120CV) Linear · 120 CV (2002-2005)

2002
Gasóleo
FWD
Manual 5v
Saab 9-5 - Vista 1
Saab 9-5 - Vista 2
Saab 9-5 - Vista 3
Saab 9-5 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Saab 9-5

Potencia

120CV

Par

280Nm

Consumo

6.6l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

11s

Vel. Máx.

200km/h

Peso

-kg

Precio

29,990

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

500 L

Depósito

75 L

Potencia

88 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima120 CV / 88 kW
Par máximo280 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito75 L
Maletero500 L

Análisis detallado del Saab 9-5 Sedán 2.2 TiD (120CV) Linear · 120 CV (2002-2005)

Descripción general

El Saab 9-5 Sedán 2.2 TiD de 2002 es una berlina que encarna la esencia de la marca sueca: seguridad, confort y un toque de distinción. Con su motor diésel de 120 CV, ofrecía una alternativa eficiente y robusta para quienes buscaban un vehículo premium con un enfoque práctico y duradero. Este modelo, en su acabado Linear, prometía una experiencia de conducción equilibrada y un interior pensado para el bienestar de sus ocupantes, manteniendo la filosofía de Saab de ofrecer algo diferente en el segmento de las berlinas de lujo.

Experiencia de conducción

Al volante del Saab 9-5 2.2 TiD, la sensación predominante es de solidez y aplomo. El motor diésel, aunque no es un derroche de potencia, entrega sus 120 CV de forma lineal y con un par motor de 280 Nm disponible desde bajas revoluciones (1500 rpm), lo que facilita una conducción relajada y eficiente en carretera. La aceleración de 0 a 100 km/h en 11 segundos y una velocidad máxima de 200 km/h son cifras adecuadas para su segmento y época. La suspensión tipo McPherson en el eje delantero y los frenos de disco ventilados delante y macizos detrás contribuyen a una experiencia de conducción segura y confortable, absorbiendo bien las irregularidades del terreno. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, ofrece una buena conexión con la carretera, transmitiendo confianza al conductor. Es un coche que invita a los viajes largos, donde su confort y estabilidad brillan con luz propia.

Diseño y estética

El diseño del Saab 9-5 Sedán de 2002 es un reflejo de la identidad de la marca: elegante, funcional y con un toque distintivo que lo diferencia de sus competidores. Sus líneas fluidas y aerodinámicas, con una longitud de 4827 mm y una anchura de 1792 mm, le otorgan una presencia imponente pero discreta. El frontal, con sus característicos faros y la parrilla de Saab, proyecta una imagen de robustez. La silueta de berlina clásica se complementa con detalles que realzan su carácter premium. En el interior, la ergonomía es clave, con un salpicadero orientado al conductor y materiales de calidad que, aunque sobrios, transmiten durabilidad y buen gusto. El maletero de 500 litros es generoso, ofreciendo una gran capacidad de carga para viajes familiares o de negocios.

Tecnología y características

En 2002, el Saab 9-5 2.2 TiD incorporaba tecnología avanzada para su tiempo, especialmente en el ámbito de la seguridad y el confort. Su motor diésel de 2.2 litros y 120 CV, con inyección directa, turbo de geometría variable e intercooler, era un ejemplo de eficiencia y rendimiento. La transmisión manual de 5 velocidades, junto con la tracción delantera, ofrecía una experiencia de conducción directa y controlada. Aunque no disponía de las últimas innovaciones en infoentretenimiento que vemos hoy, su equipamiento de serie incluía elementos como el climatizador, elevalunas eléctricos y un sistema de sonido de calidad. La seguridad era una prioridad para Saab, y este modelo contaba con una estructura robusta y sistemas de seguridad pasiva que lo hacían un referente en su categoría.

Competencia

En el competitivo segmento de las berlinas premium de principios de los 2000, el Saab 9-5 2.2 TiD se enfrentaba a duros rivales. Modelos como el BMW Serie 3, el Mercedes-Benz Clase C o el Audi A4 ofrecían alternativas con un enfoque más deportivo o lujoso, respectivamente. Sin embargo, el Saab se distinguía por su personalidad única, su énfasis en la seguridad y su diseño escandinavo. Otros competidores podrían incluir el Volvo S60, con el que compartía una filosofía similar de seguridad y confort, o el Volkswagen Passat, que ofrecía una opción más generalista pero igualmente competente en el segmento de las berlinas medias-grandes.

Conclusión

El Saab 9-5 Sedán 2.2 TiD de 2002 es un coche que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo un testimonio de la ingeniería y el diseño de Saab. Ofrece una combinación atractiva de confort, seguridad y eficiencia, envuelta en un diseño distintivo. Es un vehículo ideal para aquellos que valoran la durabilidad, la practicidad y un toque de exclusividad, sin renunciar a un consumo contenido de 6.6 l/100km en ciclo combinado. Aunque la marca ya no exista, este modelo representa una época dorada de la automoción sueca, dejando un legado de coches bien construidos y con carácter propio. Es una elección acertada para quien busca una berlina clásica con un encanto particular y una fiabilidad contrastada.