Especificaciones y análisis del SEAT Altea Freetrack
Potencia
170CV
Par
350Nm
Consumo
6l/100
Emisiones
159g/km
0-100 km/h
8.7s
Vel. Máx.
204km/h
Peso
1540kg
Precio
25,510€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
AWD
5 / 5 puertas
452 L
60 L
125 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del SEAT Altea Freetrack 2.0 TDI CR 170 CV DPF 4WD (2009-2010)
Descripción general
El SEAT Altea Freetrack de 2009, con su motor 2.0 TDI CR de 170 CV y tracción 4WD, se presenta como una opción versátil y robusta para quienes buscan un vehículo familiar con aptitudes para la aventura. Este modelo, con su estética campera y su capacidad para afrontar terrenos menos convencionales, prometía combinar la funcionalidad de un monovolumen con la robustez de un SUV, todo ello bajo el sello de la marca española.
Experiencia de conducción
Al volante, el Altea Freetrack ofrecía una experiencia de conducción equilibrada. El motor diésel de 170 CV entregaba una respuesta contundente, con un par motor de 350 Nm disponible desde bajas revoluciones, lo que se traducía en una aceleración de 0 a 100 km/h en 8.7 segundos y una velocidad máxima de 204 km/h. La tracción integral proporcionaba una sensación de seguridad y control, especialmente en condiciones de baja adherencia. La suspensión, tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, junto con los neumáticos 225/50 R17, contribuía a un buen compromiso entre confort y estabilidad, aunque su altura libre al suelo y su enfoque más aventurero podían hacer que en curvas cerradas se percibiera un ligero balanceo. La dirección asistida eléctrica ofrecía una buena precisión, haciendo que la conducción fuera agradable tanto en ciudad como en carretera.
Diseño y estética
El diseño del Altea Freetrack se distinguía de la versión estándar por sus elementos estéticos que realzaban su carácter todocamino. Con una longitud de 4493 mm, una anchura de 1788 mm y una altura de 1622 mm, su silueta era robusta y funcional. Los pasos de rueda ensanchados, las protecciones en los bajos y las barras de techo le conferían una imagen más aventurera y diferenciada. El interior, con capacidad para cinco ocupantes, ofrecía un maletero de 452 litros, lo que lo hacía práctico para el día a día y para escapadas familiares. Aunque el diseño interior era funcional, no destacaba por lujos, sino por su ergonomía y la calidad de los materiales, típicos de la época y del segmento.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Altea Freetrack de 2009 incorporaba soluciones mecánicas probadas y eficientes. El motor 2.0 TDI CR de inyección directa por conducto común, turbo de geometría variable e intercooler, era un referente en su momento por su rendimiento y eficiencia. La transmisión manual de 6 velocidades gestionaba eficazmente la potencia, y el sistema de tracción 4WD, aunque no era un todoterreno puro, ofrecía una capacidad adicional para superar obstáculos ligeros o circular por caminos sin asfaltar. En cuanto a equipamiento, contaba con elementos como frenos de disco ventilados delante y macizos detrás, y una dirección de cremallera con asistencia eléctrica. Su consumo combinado de 6 l/100km y emisiones de 159 g/km de CO2 lo situaban en una posición competitiva para su categoría.
Competencia
En el mercado de 2009, el SEAT Altea Freetrack se enfrentaba a rivales como el Volkswagen Tiguan, el Ford Kuga o el Nissan Qashqai, vehículos que también combinaban la estética SUV con la funcionalidad familiar. Cada uno ofrecía sus propias ventajas, pero el Freetrack se posicionaba como una alternativa interesante por su relación calidad-precio, su motorización diésel potente y su tracción integral, ofreciendo un equilibrio entre prestaciones, espacio y capacidad para salir del asfalto.
Conclusión
El SEAT Altea Freetrack 2.0 TDI CR 170 CV DPF 4WD de 2009 fue un vehículo que supo encontrar su nicho en el mercado. Ofrecía una propuesta atractiva para familias activas que buscaban un coche espacioso, con un motor potente y la seguridad de la tracción a las cuatro ruedas para sus aventuras. Su diseño distintivo y su buen comportamiento dinámico lo convirtieron en una opción a considerar para aquellos que valoraban la versatilidad y la capacidad de adaptación a diferentes entornos, sin renunciar a la eficiencia de un motor diésel moderno.




