Especificaciones y análisis del SEAT Ibiza
Potencia
75CV
Par
135Nm
Consumo
7.2l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.7s
Vel. Máx.
170km/h
Peso
1009kg
Precio
10,908€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 3 puertas
250 L
45 L
55 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del SEAT Ibiza 3p 1.6 Stella · 75 CV (1999-2000)
Descripción general
El SEAT Ibiza 3p 1.6 Stella de 1999 es un coche que evoca la esencia de una época, un vehículo que, a pesar de sus años, sigue despertando una cierta nostalgia. Con su motor de gasolina de 75 CV y una transmisión manual de 5 velocidades, este Ibiza se presentaba como una opción práctica y accesible para el día a día, un compañero fiel para la ciudad y alguna que otra escapada. Su diseño de tres puertas le otorgaba un aire juvenil y dinámico, ideal para aquellos que buscaban un coche con personalidad sin grandes pretensiones.
Experiencia de conducción
Al volante del Ibiza 1.6 Stella, la experiencia es sencilla y directa. No esperes grandes aceleraciones, pero sus 75 CV son suficientes para moverse con soltura en el tráfico urbano y mantener un ritmo digno en carretera. La dirección, sin ser la más precisa, transmite lo necesario para sentir la carretera, y la suspensión, aunque algo blanda para los estándares actuales, filtra bien las irregularidades del asfalto, ofreciendo un confort aceptable. Es un coche que te invita a disfrutar de la conducción sin prisas, a conectar con la carretera de una manera más pura y menos filtrada que en los vehículos modernos. La caja de cambios manual, con sus cinco marchas, permite exprimir el motor y encontrar el punto óptimo para cada situación, añadiendo un toque de interacción que muchos conductores valoran.
Diseño y estética
El diseño del SEAT Ibiza de 1999, en su versión de tres puertas, es un reflejo de su tiempo. Líneas suaves pero con carácter, una silueta compacta y unas proporciones equilibradas que le otorgan una presencia agradable. Los faros delanteros, de tamaño generoso, y la parrilla discreta, se integran armoniosamente en el frontal. En el interior, la funcionalidad prima sobre el lujo, con un salpicadero bien organizado y materiales que, aunque sencillos, resultan duraderos. Es un diseño que, sin ser revolucionario, ha envejecido con dignidad, manteniendo un encanto atemporal que lo hace reconocible y apreciado por muchos.
Tecnología y características
En 1999, la tecnología en el automóvil era muy diferente a la actual. El Ibiza 1.6 Stella se presentaba con lo esencial para la época: inyección indirecta de gasolina para su motor de 1.6 litros, frenos de disco ventilados en el eje delantero y tambores en el trasero, y una dirección de cremallera. No esperes pantallas táctiles, asistentes a la conducción o conectividad avanzada. Su tecnología se centraba en la fiabilidad mecánica y en ofrecer una experiencia de conducción sin complicaciones. Era un coche que cumplía su función de transporte de manera efectiva, sin distracciones tecnológicas, permitiendo al conductor centrarse en la carretera.
Competencia
En su momento, el SEAT Ibiza 3p 1.6 Stella se enfrentaba a una dura competencia en el segmento de los utilitarios. Rivales como el Volkswagen Polo, el Ford Fiesta, el Opel Corsa o el Renault Clio ofrecían alternativas con características similares. Cada uno con sus propias virtudes, el Ibiza se posicionaba como una opción con un buen equilibrio entre precio, equipamiento y un toque de deportividad inherente a la marca SEAT. Su motor de 75 CV lo situaba en un punto intermedio, ofreciendo un rendimiento adecuado para la mayoría de los usuarios sin disparar el consumo.
Conclusión
El SEAT Ibiza 3p 1.6 Stella de 1999 es más que un simple coche; es un pedazo de historia automotriz que representa una época de simplicidad y funcionalidad. Es un vehículo que, a pesar de sus limitaciones tecnológicas actuales, ofrece una experiencia de conducción auténtica y sin filtros. Su diseño atemporal y su fiabilidad mecánica lo convierten en una opción interesante para aquellos que buscan un coche con carácter, fácil de mantener y con un encanto especial. Es un coche que te recuerda que la verdadera esencia de la conducción reside en la conexión entre el hombre y la máquina, sin artificios innecesarios.




