Especificaciones y análisis del Skoda Octavia
Potencia
110CV
Par
235Nm
Consumo
5.3l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
11.6s
Vel. Máx.
191km/h
Peso
1330kg
Precio
19,894€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
548 L
55 L
81 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Skoda Octavia Combi SLX TDI · 110 CV (1999-2000)
Descripción general
El Skoda Octavia Combi SLX TDI del año 2000 es un vehículo que, a primera vista, puede parecer modesto, pero encierra una propuesta de valor muy interesante. Con su carrocería familiar, este Octavia se presenta como una opción práctica y económica, ideal para quienes buscan espacio y eficiencia sin grandes pretensiones de lujo. Su motor diésel de 110 CV, combinado con una transmisión manual de 5 velocidades, promete un rendimiento adecuado para el día a día y viajes largos, manteniendo a raya el consumo de combustible. Es un coche que, sin alardes, cumple con creces su función de transporte familiar.
Experiencia de conducción
Al volante del Octavia Combi SLX TDI, la sensación predominante es la de solidez y fiabilidad. El motor 1.9 TDI de 110 CV, conocido por su robustez, ofrece una respuesta enérgica desde bajas revoluciones, con un par motor de 235 Nm que se siente a partir de las 1900 rpm, facilitando los adelantamientos y la conducción en carretera. La aceleración de 0 a 100 km/h en 11.6 segundos no es fulgurante, pero sí suficiente para un uso familiar. La velocidad máxima de 191 km/h es más que respetable. La suspensión, tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, proporciona un equilibrio entre confort y estabilidad, absorbiendo bien las irregularidades del terreno sin sacrificar la sensación de control. La dirección, aunque no es la más comunicativa, cumple su función con precisión. En general, es un coche que transmite confianza y seguridad en la carretera, con un consumo combinado de 5.3 l/100km que invita a recorrer kilómetros sin preocuparse excesivamente por el repostaje.
Diseño y estética
El diseño del Skoda Octavia Combi SLX TDI del año 2000 es funcional y atemporal. Sus líneas son sobrias y discretas, sin estridencias, lo que le confiere una elegancia práctica. La carrocería familiar, con sus 4511 mm de longitud, 1731 mm de anchura y 1448 mm de altura, maximiza el espacio interior y la capacidad de carga. El maletero, con 548 litros, es uno de sus puntos fuertes, ofreciendo una versatilidad excepcional para familias o para quienes necesitan transportar objetos voluminosos. Las llantas de 15 pulgadas con neumáticos 195/65 R15 contribuyen a una estética equilibrada y a un buen confort de marcha. Aunque no busca ser un icono de estilo, su diseño cumple con su propósito de ser un vehículo espacioso y práctico, con una estética que ha envejecido con dignidad.
Tecnología y características
En el año 2000, el Skoda Octavia Combi SLX TDI incorporaba una tecnología que, si bien no era vanguardista, sí era efectiva y fiable. Su motor 1.9 TDI de inyección directa, turbo con geometría variable e intercooler, era una referencia en eficiencia y rendimiento dentro de su segmento. La construcción del motor, con bloque de hierro y culata de aluminio, garantizaba durabilidad. La transmisión manual de 5 velocidades, aunque sencilla, era robusta y precisa. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco en ambos ejes, con 256 mm en el delantero, y estabilizadoras en ambos trenes para mejorar la dinámica de conducción. Aunque carecía de las ayudas electrónicas a la conducción que hoy son comunes, su tecnología se centraba en la mecánica y la eficiencia, ofreciendo un conjunto probado y fiable.
Competencia
En su época, el Skoda Octavia Combi SLX TDI se enfrentaba a una competencia feroz en el segmento de los familiares compactos. Sus principales rivales incluían modelos como el Volkswagen Golf Variant, el Ford Focus Wagon, el Opel Astra Caravan y el Renault Mégane Grandtour. Frente a ellos, el Octavia destacaba por su excelente relación calidad-precio, su amplio maletero y la probada fiabilidad de su mecánica Volkswagen. Aunque quizás no ofrecía el mismo nivel de refinamiento o la misma imagen de marca que algunos de sus competidores, su propuesta de espacio, economía y robustez lo convertía en una alternativa muy atractiva para un público pragmático.
Conclusión
El Skoda Octavia Combi SLX TDI del año 2000 es un coche que representa la esencia de la practicidad y la eficiencia. Es un vehículo honesto, sin pretensiones, que cumple con creces lo que promete: un amplio espacio interior, un maletero generoso y un motor diésel robusto y económico. Su diseño atemporal y su fiabilidad mecánica lo convierten en una opción muy interesante para quienes buscan un coche familiar duradero y de bajo coste de mantenimiento. Aunque no es el más emocionante de conducir, su confort y su capacidad para devorar kilómetros con un consumo ajustado lo hacen un compañero de viaje ideal. Es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo una elección sensata para aquellos que valoran la funcionalidad por encima de todo.




