Especificaciones y análisis del Skoda Octavia
Potencia
116CV
Par
170Nm
Consumo
8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10.8s
Vel. Máx.
198km/h
Peso
1235kg
Precio
18,820€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
528 L
55 L
85 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Skoda Octavia Elegance 2.0 · 116 CV (2000-2004)
Descripción general
El Skoda Octavia Elegance 2.0 del año 2000 es un vehículo que, a primera vista, puede parecer discreto, pero que esconde una propuesta de valor muy interesante. Se presenta como una berlina de cinco puertas con un motor de gasolina de 116 CV, ofreciendo un equilibrio entre funcionalidad, espacio y un rendimiento adecuado para el día a día. Es un coche que busca la practicidad y la comodidad, sin renunciar a una cierta elegancia en sus líneas.
Experiencia de conducción
Al volante del Octavia Elegance 2.0, la sensación general es de solidez y confort. El motor de 116 CV, aunque no es un derroche de potencia, responde con suficiencia para la mayoría de las situaciones, permitiendo una conducción relajada en carretera y un buen desenvolvimiento en ciudad. La suspensión, de tipo McPherson en la parte delantera y de rueda tirada con elemento torsional en la trasera, absorbe bien las irregularidades del terreno, proporcionando un viaje suave. La dirección, de cremallera, ofrece una respuesta predecible, contribuyendo a una experiencia de conducción segura y sin sobresaltos. No es un coche para emociones fuertes, sino para disfrutar de cada trayecto con tranquilidad.
Diseño y estética
El diseño del Skoda Octavia Elegance 2.0 es un reflejo de la filosofía de la marca en aquella época: sobrio, funcional y atemporal. Sus líneas son limpias y discretas, sin estridencias, lo que le confiere una elegancia clásica que no pasa de moda fácilmente. La carrocería de cinco puertas, con su portón trasero, es un acierto en términos de versatilidad y capacidad de carga, un aspecto muy valorado en este tipo de vehículos. El interior, aunque no destaca por lujos, está bien resuelto, con materiales de calidad y un diseño ergonómico que facilita el acceso a los mandos. Es un coche que prioriza la funcionalidad y la habitabilidad, sin descuidar una estética agradable y proporcionada.
Tecnología y características
En el año 2000, el Skoda Octavia Elegance 2.0 incorporaba una tecnología que, si bien no era vanguardista, sí era efectiva y fiable. Su motor de gasolina de 1984 cc, con inyección indirecta y 116 CV, ofrecía un rendimiento equilibrado y un consumo combinado de 8 l/100km, razonable para la época. La transmisión manual de cinco velocidades permitía un control preciso sobre la potencia. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados en la parte delantera y discos en la trasera, así como estabilizadores en ambos ejes, lo que contribuía a una buena estabilidad en carretera. Aunque carecía de las ayudas electrónicas más avanzadas de hoy en día, su tecnología estaba orientada a ofrecer una experiencia de conducción segura y predecible.
Competencia
En su segmento, el Skoda Octavia Elegance 2.0 se enfrentaba a una competencia variada. Entre sus rivales directos se encontraban modelos como el Volkswagen Bora, el Opel Astra, el Ford Focus o el Renault Mégane. Frente a ellos, el Octavia destacaba por su excelente relación calidad-precio, su amplitud interior y la generosa capacidad de su maletero, que era uno de los más grandes de su categoría. Aunque quizás no ofrecía el mismo nivel de prestigio que algunos de sus competidores alemanes, compensaba con una fiabilidad contrastada y un coste de mantenimiento contenido, lo que lo convertía en una opción muy atractiva para quienes buscaban un coche práctico y duradero.
Conclusión
El Skoda Octavia Elegance 2.0 del año 2000 es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo una opción interesante para quienes buscan un vehículo fiable, espacioso y con un coste de adquisición y mantenimiento razonable. Su diseño atemporal, su motor equilibrado y su enfoque práctico lo convierten en un compañero de viaje ideal para el día a día y para escapadas familiares. Es un coche que cumple con creces su función, ofreciendo una experiencia de conducción cómoda y segura, sin grandes pretensiones, pero con la solidez y la fiabilidad que se espera de un buen automóvil.




