smart roadster speedsilver · 82 CV (2004-2005)

2003
Gasolina
RWD
Automático 6v
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smart roadster - Vista 4

Especificaciones y análisis del smart roadster

Potencia

82CV

Par

110Nm

Consumo

5.1l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.9s

Vel. Máx.

175km/h

Peso

865kg

Precio

18,990

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 6v

Tracción

RWD

Plazas

2 / 2 puertas

Maletero

86 L

Depósito

35 L

Potencia

60 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima82 CV / 60 kW
Par máximo110 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 6v

Capacidades

Depósito35 L
Maletero86 L

Análisis detallado del smart roadster speedsilver · 82 CV (2004-2005)

Descripción general

El Smart Roadster de 2003, en su versión speedsilver, es una propuesta audaz y diferente en el mundo de los descapotables. Con un precio de 18.990 €, este pequeño deportivo de dos plazas y tracción trasera se presenta como una opción para aquellos que buscan sensaciones puras y un diseño inconfundible. Su motor de gasolina de 0.7 litros y 82 CV, acoplado a una transmisión automática de 6 velocidades, promete agilidad y diversión en cada trayecto.

Experiencia de conducción

Conducir el Smart Roadster es una experiencia que evoca una sonrisa. Su ligereza, con solo 865 kg, y su motor trasero transversal, ofrecen una agilidad sorprendente. La aceleración de 0 a 100 km/h en 10.9 segundos y una velocidad máxima de 175 km/h, aunque no son cifras de infarto, se sienten intensas gracias a su baja altura y la cercanía al asfalto. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia detallada, promete una conexión directa con la carretera, haciendo de cada curva un momento emocionante. Es un coche para disfrutar del viento en la cara y de la carretera, más que para batir récords de velocidad.

Diseño y estética

El diseño del Smart Roadster es, sin duda, uno de sus puntos más fuertes y distintivos. Sus líneas compactas y deportivas, con una longitud de apenas 3.427 mm, una anchura de 1.615 mm y una altura de 1.207 mm, le otorgan una presencia única. Las dos puertas y los dos asientos refuerzan su carácter de biplaza puro. La versión speedsilver añade un toque de exclusividad. Es un coche que no pasa desapercibido, con una estética que combina la funcionalidad de un roadster con la originalidad de la marca Smart. El maletero, con 86 litros, es pequeño, pero suficiente para una escapada de fin de semana.

Tecnología y características

Bajo su piel, el Smart Roadster incorpora una tecnología sencilla pero efectiva. Su motor de gasolina de 698 cc, con 3 cilindros, inyección indirecta, turbo e intercooler, entrega 82 CV a 5250 rpm y un par motor de 110 Nm a 2250 rpm. La transmisión automática de 6 velocidades con embrague monodisco en seco, aunque no es la más rápida, contribuye a una conducción relajada. La suspensión delantera tipo McPherson y la trasera de eje rígido de Dion, junto con los frenos de disco delanteros y tambor traseros, ofrecen un equilibrio entre confort y deportividad. Su consumo combinado de 5.1 l/100km es notablemente eficiente para la época, y su etiqueta DGT 'B' lo posiciona favorablemente en términos de emisiones.

Competencia

En su segmento, el Smart Roadster se enfrentaba a rivales que, si bien podían ofrecer más potencia o un enfoque más tradicional, carecían de su singularidad. Modelos como el Mazda MX-5, el MG TF o el Toyota MR2 eran competidores directos en el nicho de los roadsters compactos y asequibles. Sin embargo, el Smart Roadster se desmarcaba por su concepto de coche urbano descapotable, su motor trasero y su estética inconfundible, atrayendo a un público que buscaba algo diferente y con un toque de excentricidad.

Conclusión

El Smart Roadster speedsilver de 2003 es más que un coche; es una declaración de intenciones. Es un vehículo para aquellos que valoran la diversión al volante, el diseño original y la eficiencia, sin necesidad de grandes prestaciones. Su tamaño compacto lo hace ideal para la ciudad, mientras que su carácter descapotable invita a disfrutar de la carretera abierta. Es un coche que, a pesar de sus limitaciones en espacio y potencia, ofrece una experiencia de conducción auténtica y memorable, dejando una huella emocional en quien lo conduce.