SsangYong Korando KJ 290 · 120 CV (2004)

2004
Gasóleo
AWD
Manual 5v
SsangYong Korando - Vista 1
SsangYong Korando - Vista 2
SsangYong Korando - Vista 3
SsangYong Korando - Vista 4

Especificaciones y análisis del SsangYong Korando

Potencia

120CV

Par

256Nm

Consumo

8.3l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

-s

Vel. Máx.

150km/h

Peso

1830kg

Precio

22,577

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 3 puertas

Maletero

480 L

Depósito

70 L

Potencia

88 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima120 CV / 88 kW
Par máximo256 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito70 L
Maletero480 L

Análisis detallado del SsangYong Korando KJ 290 · 120 CV (2004)

Descripción general

El SsangYong Korando de 2004, en su versión KJ 290, se presenta como un todoterreno robusto y sin pretensiones, diseñado para aquellos que buscan una herramienta fiable para el campo o la aventura. Con su motor diésel de 2.9 litros y 120 CV, este vehículo de tres puertas promete una experiencia de conducción auténtica y sin filtros, alejada de las comodidades de los SUV modernos.

Experiencia de conducción

Al volante del Korando, las sensaciones son las de un todoterreno de la vieja escuela. La dirección, aunque de cremallera, no es excesivamente asistida, lo que transmite una conexión directa con el terreno. El motor diésel, con sus 120 CV y 256 Nm de par, ofrece una respuesta contundente a bajas revoluciones, ideal para superar obstáculos. La suspensión, con paralelogramo deformable delante y eje rígido detrás, junto a los neumáticos 235/75 R15, absorbe bien las irregularidades, aunque en carretera puede resultar algo rebotón. La velocidad máxima de 150 km/h y un consumo combinado de 8.3 l/100km reflejan su naturaleza más orientada a la durabilidad que a la velocidad. Es un coche que invita a la aventura, a sentir el camino bajo las ruedas y a disfrutar de la conducción en su estado más puro.

Diseño y estética

El diseño del SsangYong Korando de 2004 es inconfundiblemente robusto y funcional. Sus líneas cuadradas y su carrocería de tres puertas le otorgan una presencia imponente y una estética que evoca la resistencia. La altura y el ancho del vehículo, junto con sus grandes ruedas, refuerzan su carácter todoterreno. El interior, aunque no destaca por lujos, es práctico y duradero, pensado para soportar el uso exigente. Es un diseño que prioriza la funcionalidad y la capacidad off-road sobre la aerodinámica o la sofisticación estética, lo que le confiere un encanto particular para los amantes de los vehículos auténticos.

Tecnología y características

La tecnología del SsangYong Korando de 2004 es sencilla y probada, enfocada en la fiabilidad mecánica. Su motor diésel de 2.9 litros con inyección indirecta, turbo e intercooler, es un bloque de hierro con culata de aluminio, una configuración robusta y duradera. La transmisión manual de 5 velocidades y la tracción total (AWD) son elementos clave para su desempeño fuera del asfalto. No esperes grandes pantallas táctiles o asistentes de conducción avanzados; la tecnología aquí se centra en la mecánica pura y dura, en un sistema de frenos de disco ventilado delante y disco detrás, y en una suspensión diseñada para la resistencia. Es un coche que confía en la ingeniería mecánica tradicional para ofrecer un rendimiento sólido.

Competencia

En su época, el SsangYong Korando KJ 290 competía con otros todoterrenos puros como el Suzuki Grand Vitara, el Mitsubishi Montero o el Land Rover Defender. Frente a ellos, el Korando ofrecía una alternativa con una excelente relación calidad-precio y una robustez mecánica que lo hacía muy atractivo para un público que buscaba un vehículo sin florituras, capaz de afrontar cualquier desafío fuera del asfalto. Su motor diésel de 120 CV y su tracción total lo posicionaban como un contendiente serio en el segmento de los todoterrenos compactos y resistentes.

Conclusión

El SsangYong Korando KJ 290 de 2004 es un todoterreno con alma, un vehículo que no busca impresionar con lujos, sino con su capacidad y resistencia. Es la elección perfecta para aquellos que valoran la autenticidad, la fiabilidad mecánica y la capacidad de aventura. Su diseño robusto, su motor diésel potente y su tracción total lo convierten en un compañero incansable para el trabajo o el ocio en entornos exigentes. Aunque no es el más refinado en carretera, su encanto reside precisamente en su carácter indomable y en la promesa de llevarte a donde otros no pueden llegar. Es un coche que, a pesar de los años, sigue ofreciendo una experiencia de conducción gratificante y honesta.