Subaru Legacy 2.5 GX AWD · 156 CV (1998-2002)

1999
Gasolina
AWD
Manual 5v
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Subaru Legacy - Vista 4

Especificaciones y análisis del Subaru Legacy

Potencia

156CV

Par

223Nm

Consumo

9.4l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

9s

Vel. Máx.

208km/h

Peso

1525kg

Precio

24,227

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

455 L

Depósito

64 L

Potencia

115 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima156 CV / 115 kW
Par máximo223 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito64 L
Maletero455 L

Análisis detallado del Subaru Legacy 2.5 GX AWD · 156 CV (1998-2002)

Descripción general

El Subaru Legacy 2.5 GX AWD de 1999 es un sedán que encarna la filosofía de la marca japonesa: tracción integral, motor bóxer y una fiabilidad a prueba de balas. Con 156 CV y un precio de 24.227 €, se posicionaba como una opción interesante para quienes buscaban un coche familiar con un plus de seguridad y capacidad en cualquier terreno.

Experiencia de conducción

Al volante del Legacy, la sensación de seguridad es palpable. Su tracción integral permanente ofrece un agarre excepcional, transmitiendo confianza en curvas y superficies deslizantes. El motor bóxer de 2.5 litros, con sus 156 CV, entrega una potencia suave y progresiva, ideal para viajes largos y adelantamientos seguros. La aceleración de 0 a 100 km/h en 9 segundos y una velocidad máxima de 208 km/h demuestran que no es un coche lento, pero su verdadera virtud reside en la estabilidad y el confort de marcha. La suspensión tipo McPherson en ambos ejes filtra bien las irregularidades del terreno, y la dirección de cremallera, aunque no es la más directa, cumple su función con precisión. El consumo combinado de 9.4 l/100km es razonable para un coche de su época y características.

Diseño y estética

El diseño del Subaru Legacy de 1999 es sobrio y funcional, sin grandes alardes estéticos. Sus líneas son clásicas y atemporales, lo que le permite envejecer con dignidad. La carrocería sedán de cuatro puertas ofrece una buena habitabilidad para cinco ocupantes y un maletero de 455 litros, suficiente para el equipaje familiar. Las dimensiones de 4605 mm de largo, 1695 mm de ancho y 1415 mm de alto lo sitúan en el segmento de las berlinas medias, con una presencia discreta pero elegante. Las llantas de 16 pulgadas con neumáticos 205/50 R16 complementan su imagen robusta.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Legacy de 1999 destacaba por su motor bóxer de 2.5 litros y 4 cilindros, fabricado íntegramente en aluminio, lo que contribuía a un menor peso y una mejor distribución de masas. La inyección indirecta y las 4 válvulas por cilindro optimizaban la combustión. Sin embargo, su principal baza era la tracción integral permanente (AWD), una seña de identidad de Subaru que garantizaba un comportamiento dinámico superior en cualquier condición. La transmisión manual de 5 velocidades era robusta y precisa. Aunque carecía de las ayudas electrónicas modernas, su chasis bien equilibrado y su sistema de tracción lo convertían en un coche muy seguro para su época.

Competencia

En su segmento, el Subaru Legacy 2.5 GX AWD competía con berlinas como el Volkswagen Passat, el Toyota Avensis o el Honda Accord. Si bien estos rivales podían ofrecer un diseño más convencional o un mayor refinamiento interior, el Legacy se desmarcaba por su tracción integral, un elemento diferenciador que le otorgaba una ventaja en seguridad activa y capacidad fuera del asfalto. Su motor bóxer también era un punto a favor para aquellos que buscaban una mecánica diferente y fiable.

Conclusión

El Subaru Legacy 2.5 GX AWD de 1999 es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo una opción interesante para quienes valoran la seguridad, la fiabilidad y la capacidad de tracción. Su diseño discreto esconde una mecánica robusta y un comportamiento dinámico predecible y seguro. Es un coche honesto, sin pretensiones, que cumple con creces su función como berlina familiar para todo uso. Su consumo, aunque no es el más bajo, se justifica por las prestaciones y la tracción integral. Un clásico moderno para los amantes de la ingeniería japonesa.