Especificaciones y análisis del Tesla Model S
Potencia
262CV
Par
330Nm
Consumo
-l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
4.4s
Vel. Máx.
225km/h
Peso
2183kg
Precio
88,600€
Resumen técnico
Eléctrico
Automático 1v
AWD
5 / 5 puertas
745 L
- L
193 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Tesla Model S 75D · 262 CV (2016-2019)
Descripción general
El Tesla Model S 75D de 2016 irrumpió en el mercado como una declaración audaz de lo que un vehículo eléctrico de lujo podía ser. No era solo un coche, sino una visión del futuro, combinando una estética elegante con una propulsión totalmente eléctrica que prometía un rendimiento emocionante y una experiencia de conducción sin precedentes. Este modelo, con su tracción integral y una batería de 75 kWh, se posicionó como una opción atractiva para aquellos que buscaban innovación, sostenibilidad y un toque de exclusividad en un mismo paquete.
Experiencia de conducción
Conducir el Model S 75D es una experiencia que redefine la percepción de la automoción. La aceleración instantánea, cortesía de sus 262 CV y tracción AWD, te pega al asiento con una suavidad asombrosa, alcanzando los 100 km/h en solo 4.4 segundos. La ausencia de ruido del motor de combustión se sustituye por un silencio casi absoluto, permitiendo que el conductor se concentre plenamente en la carretera y en la respuesta directa de la dirección. La suspensión, un paralelogramo deformable tanto delante como detrás, ofrece un equilibrio notable entre confort y agilidad, absorbiendo las irregularidades del terreno mientras mantiene el coche plantado en las curvas. Es una sensación de control y potencia que se entrega de manera fluida y sin esfuerzo, haciendo que cada viaje sea una delicia.
Diseño y estética
El diseño del Tesla Model S 75D es una obra de arte de la simplicidad y la funcionalidad. Sus líneas fluidas y aerodinámicas no solo le otorgan una presencia imponente y elegante en la carretera, sino que también contribuyen a su eficiencia. La silueta de berlina de cinco puertas esconde un interior sorprendentemente espacioso y minimalista, dominado por una gigantesca pantalla táctil central que concentra la mayoría de los controles. Cada detalle, desde los tiradores de las puertas enrasados hasta el techo panorámico opcional, está pensado para crear una estética limpia y futurista que sigue siendo relevante años después de su lanzamiento. Es un diseño que evoca sofisticación y vanguardia, sin caer en excesos.
Tecnología y características
La tecnología es el corazón palpitante del Tesla Model S 75D. Más allá de su propulsión eléctrica, este vehículo es un escaparate de innovación. La batería de 75 kWh, estratégicamente ubicada en el suelo del coche, contribuye a un centro de gravedad bajo, mejorando la estabilidad y el manejo. El sistema de infoentretenimiento, controlado por la pantalla táctil de 17 pulgadas, es intuitivo y ofrece una conectividad sin igual, con actualizaciones de software inalámbricas que mejoran constantemente las funcionalidades del coche. La tracción integral (AWD) gestiona la potencia de manera eficiente entre ambos ejes, garantizando una tracción óptima en diversas condiciones. Además, las capacidades de asistencia a la conducción, aunque en constante evolución, ya ofrecían un atisbo de la conducción autónoma que Tesla ha estado persiguiendo. Es un coche que no solo te lleva del punto A al B, sino que lo hace con una inteligencia y una conectividad que pocos rivales podían igualar en su momento.
Competencia
En el momento de su lanzamiento, el Tesla Model S 75D se enfrentaba a un panorama de lujo dominado por berlinas premium de combustión como el Mercedes-Benz Clase E, el BMW Serie 5 y el Audi A6. Sin embargo, su naturaleza eléctrica lo situaba en una liga propia, con pocos competidores directos en el segmento de vehículos eléctricos de alto rendimiento. Su propuesta de valor era única: un rendimiento deportivo, una autonomía considerable y una carga tecnológica que superaba a la mayoría de sus homólogos de gasolina o diésel. Aunque estos rivales ofrecían un lujo y una calidad de construcción consolidados, el Model S presentaba una alternativa disruptiva que obligaba a la industria a replantearse el futuro de la automoción.
Conclusión
El Tesla Model S 75D de 2016 no fue solo un coche; fue un pionero, un catalizador del cambio en la industria automotriz. Ofreció una combinación irresistible de rendimiento eléctrico emocionante, un diseño vanguardista y una tecnología que parecía sacada del futuro. Aunque su precio de 88.600 euros lo situaba en el segmento de lujo, su propuesta de valor era clara: un vehículo que no solo era eficiente y potente, sino también un símbolo de progreso y sostenibilidad. Para aquellos que buscaban una experiencia de conducción diferente y querían ser parte de la revolución eléctrica, el Model S 75D era, sin duda, una elección excepcional que dejó una huella imborrable.




