Toyota Land Cruiser HDJ100 VX Aut. · 204 CV (1998-2004)

1998
Gasóleo
AWD
Automático 4v
Toyota Land Cruiser 100 - Vista 1
Toyota Land Cruiser 100 - Vista 2
Toyota Land Cruiser 100 - Vista 3
Toyota Land Cruiser 100 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Toyota Land Cruiser 100

Potencia

204CV

Par

430Nm

Consumo

12.6l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

13.6s

Vel. Máx.

170km/h

Peso

2500kg

Precio

60,295

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático 4v

Tracción

AWD

Plazas

7 / 5 puertas

Maletero

252 L

Depósito

96 L

Potencia

150 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima204 CV / 150 kW
Par máximo430 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático 4v

Capacidades

Depósito96 L
Maletero252 L

Análisis detallado del Toyota Land Cruiser HDJ100 VX Aut. · 204 CV (1998-2004)

Descripción general

El Toyota Land Cruiser 100 de 1998 es un auténtico icono, un todoterreno que encarna la robustez y la aventura. Con su motor diésel de 4.2 litros y 204 CV, este vehículo no solo promete llevarte a cualquier destino, sino que lo hace con una fiabilidad y un confort que pocos pueden igualar. Es una máquina pensada para los que buscan la máxima capacidad off-road sin renunciar a la comodidad en carretera.

Experiencia de conducción

Conducir el Land Cruiser 100 es una experiencia de solidez y control. Su motor diésel, aunque no es un derroche de velocidad, entrega un par motor impresionante desde bajas revoluciones, lo que se traduce en una capacidad de arrastre y una respuesta contundente en cualquier terreno. La suspensión, con paralelogramo deformable delante y eje rígido detrás, absorbe las irregularidades del camino con una suavidad sorprendente, haciendo que los viajes largos sean placenteros. En off-road, su tracción total permanente y su robusta construcción te infunden una confianza inquebrantable para superar obstáculos. La dirección, aunque no es la más directa, transmite una sensación de seguridad y dominio.

Diseño y estética

El diseño del Land Cruiser 100 es atemporal y funcional. Sus líneas robustas y su imponente presencia reflejan su propósito: ser un todoterreno capaz. La carrocería de 5 puertas y sus generosas dimensiones (4890 mm de largo, 1940 mm de ancho y 1850 mm de alto) le otorgan una imagen de fuerza y durabilidad. El interior, aunque sobrio para los estándares actuales, está diseñado para ser práctico y resistente, con materiales que aguantan el paso del tiempo y el uso intensivo. La amplitud es una de sus grandes bazas, ofreciendo espacio para siete ocupantes y un maletero generoso, incluso con todas las plazas ocupadas.

Tecnología y características

En 1998, el Land Cruiser 100 incorporaba tecnología avanzada para su segmento. Su motor diésel de 4.2 litros con inyección directa, turbo e intercooler era un referente en eficiencia y potencia. La transmisión automática de 4 velocidades, aunque hoy pueda parecer limitada, ofrecía un funcionamiento suave y fiable. La tracción total permanente (AWD) garantizaba una adherencia óptima en todo momento, mientras que los frenos de disco ventilados en ambos ejes aseguraban una capacidad de frenado adecuada para un vehículo de su tamaño y peso. Aunque carece de las ayudas electrónicas modernas, su ingeniería mecánica está diseñada para la máxima durabilidad y rendimiento en las condiciones más exigentes.

Competencia

En su época, el Toyota Land Cruiser 100 se enfrentaba a rivales de la talla del Nissan Patrol GR, el Mitsubishi Montero o el Mercedes-Benz Clase G. Sin embargo, el Land Cruiser se distinguía por su equilibrio entre capacidad off-road, confort en carretera y, sobre todo, una reputación de fiabilidad inigualable. Mientras otros podían ofrecer más lujo o un diseño más llamativo, el Toyota se consolidaba como la opción preferida para aquellos que necesitaban un vehículo robusto y duradero para cualquier tipo de aventura.

Conclusión

El Toyota Land Cruiser 100 de 1998 es mucho más que un simple todoterreno; es una leyenda sobre ruedas. Su combinación de un motor potente y fiable, una capacidad off-road excepcional y un confort sorprendente para su segmento lo convierten en un vehículo deseado por aventureros y familias por igual. Es un coche que te invita a explorar, a ir más allá de los caminos trillados, sabiendo que te llevará de vuelta a casa sin problemas. Su legado de durabilidad y su capacidad para afrontar cualquier desafío lo hacen un clásico atemporal y una inversión segura para quienes valoran la ingeniería robusta y la aventura sin límites.