Toyota Land Cruiser 90 D4D GX · 163 CV (2000-2003)

1996
Gasóleo
AWD
Manual 5v
Toyota Land Cruiser - Vista 1
Toyota Land Cruiser - Vista 2
Toyota Land Cruiser - Vista 3
Toyota Land Cruiser - Vista 4

Especificaciones y análisis del Toyota Land Cruiser

Potencia

163CV

Par

343Nm

Consumo

9.4l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

12.1s

Vel. Máx.

165km/h

Peso

1890kg

Precio

30,255

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 3 puertas

Maletero

450 L

Depósito

90 L

Potencia

120 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima163 CV / 120 kW
Par máximo343 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito90 L
Maletero450 L

Análisis detallado del Toyota Land Cruiser 90 D4D GX · 163 CV (2000-2003)

Descripción general

El Toyota Land Cruiser 90 D4D GX de 1996, en su versión de 3 puertas, es un todoterreno que encarna la robustez y la aventura. Con un motor diésel de 163 CV y tracción total, este vehículo fue diseñado para conquistar cualquier terreno, ofreciendo una experiencia de conducción auténtica y sin concesiones. Su presencia imponente y su capacidad off-road lo convirtieron en un referente para los amantes de la exploración.

Experiencia de conducción

Conducir el Land Cruiser 90 D4D GX es una experiencia que evoca libertad y confianza. La posición elevada al volante ofrece una visibilidad excepcional, mientras que la suspensión, aunque firme, absorbe las irregularidades del terreno con solvencia. El motor diésel, con su generoso par motor de 343 Nm desde bajas revoluciones, proporciona una fuerza imparable, permitiendo superar obstáculos con facilidad. En carretera, su comportamiento es predecible, aunque su hábitat natural son los caminos sin asfaltar, donde realmente brilla. La dirección, aunque no es la más directa, transmite una sensación de control robusto, y la caja de cambios manual de 5 velocidades invita a una conducción participativa y gratificante.

Diseño y estética

El diseño del Land Cruiser 90 D4D GX es puramente funcional y atemporal. Sus líneas cuadradas y su carrocería de 3 puertas transmiten una imagen de solidez y resistencia. Los grandes pasos de rueda y la altura libre al suelo no dejan dudas sobre sus capacidades todoterreno. En el interior, la sencillez y la durabilidad son las protagonistas. Los materiales están pensados para resistir el paso del tiempo y el uso exigente, con una ergonomía que prioriza la funcionalidad. Aunque no busca el lujo, su diseño interior es práctico y espacioso, especialmente en las plazas delanteras, ofreciendo un ambiente de trabajo y aventura.

Tecnología y características

En 1996, el Land Cruiser 90 D4D GX incorporaba una tecnología robusta y fiable, centrada en sus capacidades todoterreno. Su motor diésel de 2.982 cc con inyección directa por conducto común, turbo de geometría variable e intercooler, era un avance significativo para la época, ofreciendo una combinación de potencia y eficiencia. La tracción total permanente, junto con una caja de cambios manual de 5 velocidades, aseguraba un control óptimo en cualquier superficie. La suspensión, con paralelogramo deformable delante y eje rígido detrás, estaba diseñada para soportar las exigencias del off-road, mientras que los frenos de disco ventilados en ambos ejes garantizaban una frenada eficaz. Aunque carecía de las sofisticadas ayudas electrónicas de los vehículos modernos, su tecnología se basaba en la ingeniería mecánica probada y la durabilidad.

Competencia

En su segmento, el Toyota Land Cruiser 90 D4D GX se enfrentaba a duros competidores como el Mitsubishi Montero, el Nissan Patrol y el Land Rover Discovery. Cada uno ofrecía sus propias virtudes, pero el Land Cruiser destacaba por su legendaria fiabilidad, su robustez inquebrantable y su capacidad para afrontar las condiciones más extremas. Mientras que algunos rivales podían ofrecer un mayor confort en carretera o un diseño más refinado, el Land Cruiser se mantenía fiel a su esencia de todoterreno puro, ganándose la confianza de aquellos que buscaban un compañero de aventuras sin igual.

Conclusión

El Toyota Land Cruiser 90 D4D GX de 1996 es mucho más que un simple vehículo; es un icono de la aventura y la resistencia. Su combinación de un motor diésel potente y fiable, una tracción total efectiva y un diseño funcional lo convierten en una máquina imparable fuera del asfalto. Aunque sus prestaciones en carretera no son las de un turismo, su verdadero valor reside en su capacidad para llevarte a los lugares más remotos con total confianza. Es un coche para aquellos que buscan la emoción de la exploración y la tranquilidad de saber que su vehículo nunca les fallará. Un clásico atemporal que sigue siendo admirado por su espíritu indomable.