Toyota Picnic 2.0 7pl · 128 CV (2000)

1995
Gasolina
FWD
Manual 5v
Toyota Picnic - Vista 1
Toyota Picnic - Vista 2
Toyota Picnic - Vista 3
Toyota Picnic - Vista 4

Especificaciones y análisis del Toyota Picnic

Potencia

128CV

Par

178Nm

Consumo

9l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.8s

Vel. Máx.

180km/h

Peso

1335kg

Precio

21,679

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

7 / 5 puertas

Maletero

182 L

Depósito

60 L

Potencia

94 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima128 CV / 94 kW
Par máximo178 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito60 L
Maletero182 L

Análisis detallado del Toyota Picnic 2.0 7pl · 128 CV (2000)

Descripción general

El Toyota Picnic 2.0 de 1995, con su configuración de 7 plazas, se presenta como un monovolumen familiar que prioriza la funcionalidad y el espacio. Con un motor de gasolina de 128 CV y una caja de cambios manual de 5 velocidades, este vehículo fue diseñado para ofrecer una solución de transporte cómoda y versátil para familias numerosas, destacando por su capacidad interior y su enfoque práctico.

Experiencia de conducción

Al volante del Toyota Picnic, la sensación predominante es de solidez y confort. Aunque no es un coche diseñado para la velocidad, sus 128 CV son suficientes para mover con dignidad sus 1335 kg. La aceleración de 0 a 100 km/h en 10.8 segundos y una velocidad máxima de 180 km/h demuestran que, a pesar de su tamaño, puede desenvolverse con soltura en carretera. El consumo combinado de 9 l/100km es razonable para un vehículo de su época y características, invitando a viajes familiares sin excesivas preocupaciones por el repostaje. La suspensión, tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, junto con las barras estabilizadoras, contribuyen a una conducción estable y predecible, ideal para trayectos largos con la familia.

Diseño y estética

El diseño del Toyota Picnic es eminentemente funcional, con líneas que buscan maximizar el espacio interior. Sus 4530 mm de largo, 1695 mm de ancho y 1620 mm de alto, junto con una distancia entre ejes de 2735 mm, le otorgan una presencia robusta y una habitabilidad excepcional. Las 5 puertas facilitan el acceso a todas las plazas, y su capacidad para 7 ocupantes lo convierte en un verdadero aliado para familias numerosas. El maletero, con 182 litros, puede parecer modesto con todas las plazas ocupadas, pero su versatilidad permite adaptarlo a diversas necesidades de carga. Estéticamente, es un coche que prioriza la utilidad sobre la ostentación, con una imagen que transmite confianza y durabilidad.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Toyota Picnic de 1995 incorpora soluciones mecánicas probadas y fiables. Su motor de gasolina de 1998 cc, con 4 cilindros y 4 válvulas por cilindro, utiliza inyección indirecta para una entrega de potencia suave y eficiente. El bloque de hierro y la culata de aluminio son indicativos de una construcción robusta y duradera. La transmisión manual de 5 velocidades, junto con la tracción delantera, ofrece una experiencia de conducción directa y controlada. Aunque carece de las sofisticaciones electrónicas de los vehículos modernos, su tecnología se centra en la simplicidad y la eficacia, garantizando un funcionamiento sin complicaciones.

Competencia

En su época, el Toyota Picnic competía en el segmento de los monovolúmenes familiares con modelos como el Renault Espace, el Chrysler Voyager o el Mitsubishi Space Wagon. Frente a ellos, el Picnic destacaba por la reputación de fiabilidad de Toyota, su configuración de 7 plazas y un equilibrio general entre prestaciones, consumo y espacio interior. Su precio de 21.679 € lo posicionaba como una opción competitiva dentro de su categoría, ofreciendo un valor sólido para las familias que buscaban un vehículo práctico y duradero.

Conclusión

El Toyota Picnic 2.0 7pl de 1995 es un monovolumen que cumple con creces su propósito: ofrecer un transporte familiar espacioso, cómodo y fiable. Su diseño funcional, su motor solvente y su probada durabilidad lo convierten en una opción muy interesante para quienes buscan un vehículo práctico y sin pretensiones. Es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo un testimonio de la ingeniería japonesa enfocada en la calidad y la utilidad, ideal para quienes valoran la tranquilidad y la funcionalidad en sus desplazamientos.