Especificaciones y análisis del Toyota RAV4
Potencia
125CV
Par
161Nm
Consumo
7.4l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.2s
Vel. Máx.
175km/h
Peso
1125kg
Precio
21,160€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 3 puertas
150 L
57 L
92 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Toyota Rav4 1.8 3p Luna · 125 CV (2000-2003)
Descripción general
El Toyota RAV4 de 2000, en su versión de 3 puertas y acabado Luna, se presenta como un SUV compacto que marcó una época. Con su motor de gasolina de 1.8 litros y 125 CV, este vehículo ofrecía una propuesta fresca y versátil para aquellos que buscaban un coche capaz tanto en la ciudad como en escapadas ligeras fuera del asfalto. Su diseño juvenil y sus dimensiones contenidas lo convertían en una opción atractiva y manejable, ideal para un público que valoraba la funcionalidad sin renunciar a un toque de aventura.
Experiencia de conducción
Al volante del RAV4 de 2000, la sensación es de agilidad y ligereza. Sus 125 CV, gestionados por una caja de cambios manual de 5 velocidades, ofrecen una respuesta adecuada para el día a día, permitiendo una conducción dinámica en entornos urbanos y una solvencia razonable en carretera. La suspensión, tipo McPherson en el eje delantero, proporciona un buen equilibrio entre confort y estabilidad, absorbiendo las irregularidades del terreno sin sacrificar la conexión con la carretera. Aunque no es un todoterreno puro, su capacidad para afrontar caminos sin asfaltar con confianza añade un plus de emoción a la experiencia de conducción. La dirección, de cremallera, es precisa y contribuye a la sensación de control, haciendo que cada trayecto sea una experiencia agradable y sin complicaciones.
Diseño y estética
El diseño del Toyota RAV4 de 2000 es inconfundiblemente noventero, con líneas redondeadas y una estética robusta pero amigable. La versión de 3 puertas acentúa su carácter compacto y deportivo, con una silueta que evoca aventura y libertad. Los pasos de rueda marcados y la rueda de repuesto montada en el portón trasero son elementos distintivos que refuerzan su imagen SUV. En el interior, la funcionalidad prima sobre el lujo, con un salpicadero bien organizado y materiales duraderos. A pesar de sus dimensiones compactas, el habitáculo ofrece un espacio sorprendentemente generoso para sus ocupantes, y el maletero, aunque no es enorme, es suficiente para las necesidades cotidianas, con 150 litros de capacidad que se pueden ampliar abatiendo los asientos.
Tecnología y características
En el año 2000, la tecnología del Toyota RAV4 se centraba en la fiabilidad y la eficiencia. Su motor de gasolina de 1.8 litros, con inyección indirecta y 4 válvulas por cilindro, destacaba por su suavidad y su consumo contenido para la época, con una media de 7.4 l/100km. La tracción delantera (FWD) de esta versión, combinada con una transmisión manual de 5 velocidades, ofrecía una experiencia de conducción directa y sin complicaciones. Aunque carecía de las sofisticadas ayudas a la conducción de los vehículos actuales, su equipamiento incluía lo esencial para un viaje seguro y confortable, como la dirección asistida y un sistema de frenos con discos ventilados delanteros. La construcción del motor, con bloque y culata de aluminio, contribuía a la ligereza del conjunto y a una mejor disipación del calor, elementos clave para su durabilidad.
Competencia
En su segmento, el Toyota RAV4 de 2000 se enfrentaba a competidores como el Honda CR-V, el Suzuki Grand Vitara o el Land Rover Freelander. Cada uno ofrecía su propia interpretación del SUV compacto, pero el RAV4 se distinguía por su equilibrio entre agilidad urbana, capacidad off-road ligera y la legendaria fiabilidad de Toyota. Mientras que algunos rivales podían ofrecer mayores capacidades todoterreno o un enfoque más lujoso, el RAV4 se posicionaba como una opción práctica y versátil, ideal para aquellos que buscaban un coche para todo, sin excesos ni complicaciones.
Conclusión
El Toyota RAV4 de 2000, en su configuración de 3 puertas y acabado Luna, es un vehículo que, a pesar del paso del tiempo, sigue conservando su encanto. Representa una era en la que los SUV compactos empezaban a democratizarse, ofreciendo una combinación de estilo, funcionalidad y una pizca de aventura. Su motor fiable, su diseño atemporal y su facilidad de manejo lo convierten en una opción interesante para quienes buscan un clásico moderno, capaz de ofrecer una experiencia de conducción auténtica y sin pretensiones. Es un coche que invita a disfrutar de la carretera y de las pequeñas escapadas, con la tranquilidad que solo un Toyota puede ofrecer.




