Volkswagen Passat Comfortline 1.8 · 125 CV (1996-2000)

1996
Gasolina
FWD
Manual 5v
Volkswagen Passat - Vista 1
Volkswagen Passat - Vista 2
Volkswagen Passat - Vista 3
Volkswagen Passat - Vista 4

Especificaciones y análisis del Volkswagen Passat

Potencia

125CV

Par

170Nm

Consumo

8.5l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.9s

Vel. Máx.

206km/h

Peso

1308kg

Precio

21,222

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

475 L

Depósito

62 L

Potencia

92 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima125 CV / 92 kW
Par máximo170 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito62 L
Maletero475 L

Análisis detallado del Volkswagen Passat Comfortline 1.8 · 125 CV (1996-2000)

Descripción general

El Volkswagen Passat de 1996, en su versión Comfortline 1.8, se presentaba como una berlina que buscaba el equilibrio perfecto entre la sobriedad alemana y un toque de distinción. Con un motor de gasolina de 125 CV y una caja manual de 5 velocidades, prometía un viaje confortable y eficiente, ideal para quienes valoraban la fiabilidad y la funcionalidad en su día a día. Su diseño atemporal y su enfoque en la calidad de construcción lo convertían en una opción atractiva en el segmento de las berlinas medias.

Experiencia de conducción

Al volante del Passat Comfortline 1.8, la sensación predominante era de solidez y aplomo. La suspensión, con paralelogramo deformable delante y rueda tirada con elemento torsional detrás, ofrecía un buen compromiso entre confort y estabilidad, absorbiendo las irregularidades del camino con eficacia. El motor de 1.8 litros y 125 CV, aunque no era un derroche de potencia, entregaba la fuerza de manera lineal y suficiente para la mayoría de las situaciones, permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 10.9 segundos y una velocidad máxima de 206 km/h. La dirección, aunque carecía de la inmediatez de modelos más deportivos, transmitía confianza, y los frenos de disco en ambos ejes (ventilados delante) aseguraban una detención segura. En el interior, la ergonomía era típica de Volkswagen, con todo a mano y una buena calidad de materiales para la época, lo que contribuía a una experiencia de conducción relajada y agradable.

Diseño y estética

El diseño del Volkswagen Passat de 1996 era un reflejo de la filosofía de la marca: líneas limpias, funcionales y atemporales. Su silueta de berlina de cuatro puertas, con una longitud de 4675 mm y una anchura de 1740 mm, proyectaba una imagen de seriedad y elegancia discreta. Los faros rectangulares y la parrilla frontal sencilla, pero distintiva, le otorgaban una presencia reconocible. En el interior, la sobriedad era la tónica dominante, con un salpicadero bien organizado y materiales que, sin ser lujosos, transmitían durabilidad. Era un coche que no buscaba llamar la atención con estridencias, sino convencer por su coherencia estética y su funcionalidad.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Passat Comfortline 1.8 de 1996 incorporaba soluciones probadas y eficientes. Su motor de gasolina de 1781 cc, con 4 cilindros y 5 válvulas por cilindro, utilizaba inyección indirecta para optimizar la combustión y ofrecer un rendimiento equilibrado. La transmisión manual de 5 velocidades era precisa y contribuía a un consumo combinado de 8.5 l/100km. Aunque no contaba con las sofisticaciones electrónicas de los coches actuales, su tecnología se centraba en la robustez mecánica y la eficiencia, con un chasis bien resuelto y un sistema de frenos eficaz. La dirección asistida, aunque no se especifica su tipo, era un elemento clave para la comodidad en la conducción diaria.

Competencia

En su momento, el Volkswagen Passat Comfortline 1.8 se enfrentaba a una dura competencia en el segmento de las berlinas medias. Sus principales rivales incluían modelos como el Opel Vectra, el Ford Mondeo, el Peugeot 406 y el Renault Laguna. Frente a ellos, el Passat destacaba por su reputación de calidad de construcción, su diseño sobrio y su fiabilidad mecánica, lo que lo convertía en una opción muy valorada por aquellos que buscaban un coche duradero y con un buen valor residual.

Conclusión

El Volkswagen Passat Comfortline 1.8 de 1996 fue un coche que supo ganarse un lugar en el corazón de muchos conductores. Su combinación de un diseño atemporal, una mecánica fiable y un interior funcional lo convertían en una berlina muy competente para la época. Aunque no era el más potente ni el más llamativo, su equilibrio general y su enfoque en la calidad lo hicieron una opción inteligente para quienes buscaban un compañero de viaje duradero y sin complicaciones. Un clásico moderno que aún hoy evoca una sensación de solidez y confianza.