Especificaciones y análisis del Volkswagen Sharan
Potencia
110CV
Par
235Nm
Consumo
7.9l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
19.1s
Vel. Máx.
169km/h
Peso
1709kg
Precio
27,454€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 4v
FWD
7 / 5 puertas
852 L
70 L
81 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Volkswagen Sharan Conceptline 110 TDI Aut. · 110 CV (2000)
Descripción general
El Volkswagen Sharan de 2001, en su versión Conceptline 110 TDI Aut., se presenta como un monovolumen familiar robusto y funcional, diseñado para satisfacer las necesidades de espacio y confort de las familias de principios de siglo. Con su motor diésel de 110 CV y transmisión automática, prometía viajes cómodos y eficientes, aunque sin grandes alardes de deportividad. Su enfoque estaba claramente en la practicidad y la habitabilidad, ofreciendo una solución de transporte versátil para el día a día y las escapadas.
Experiencia de conducción
Al volante del Sharan de 2001, la sensación predominante es de solidez y seguridad. El motor 1.9 TDI de 110 CV, aunque no es un derroche de potencia, mueve el conjunto con suficiente solvencia para un uso familiar, especialmente en carretera. La transmisión automática de 4 velocidades, si bien no es la más rápida, ofrece transiciones suaves que contribuyen a una conducción relajada. La dirección es precisa para su segmento y la suspensión, orientada al confort, filtra bien las irregularidades del asfalto, aunque puede mostrar ciertas inclinaciones en curvas pronunciadas. No es un coche para emociones fuertes, sino para disfrutar de la tranquilidad en cada trayecto.
Diseño y estética
El diseño del Volkswagen Sharan de 2001 es eminentemente práctico y funcional, con líneas que reflejan la sobriedad característica de la marca alemana de la época. Su silueta es la de un monovolumen clásico, con un frontal que integra los faros y la parrilla de forma armoniosa, y una trasera vertical que maximiza el espacio interior. Las grandes superficies acristaladas no solo aportan luminosidad al habitáculo, sino que también mejoran la visibilidad. Aunque no busca ser un icono de estilo, su estética atemporal y su enfoque en la utilidad le otorgan una presencia discreta pero efectiva en la carretera.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Sharan de 2001 ofrecía lo esperable para su segmento y época. El motor 1.9 TDI con inyección directa, turbo e intercooler era una muestra de eficiencia diésel, proporcionando un buen equilibrio entre prestaciones y consumo. La transmisión automática de cuatro velocidades, aunque hoy pueda parecer limitada, era un avance en confort de conducción. En el interior, se priorizaba la funcionalidad, con un cuadro de instrumentos claro y controles intuitivos. Aunque carecía de las pantallas táctiles y los sistemas de asistencia a la conducción modernos, su tecnología estaba orientada a hacer la vida a bordo más sencilla y segura.
Competencia
En su momento, el Volkswagen Sharan Conceptline 110 TDI Aut. se enfrentaba a una competencia sólida en el segmento de los monovolúmenes familiares. Sus principales rivales incluían modelos como el Ford Galaxy (con el que compartía plataforma en algunas generaciones), el SEAT Alhambra, el Renault Espace y el Chrysler Voyager. Cada uno ofrecía sus propias virtudes, pero el Sharan destacaba por la reputación de fiabilidad de Volkswagen, su calidad de construcción y un equilibrio general que lo hacía una opción muy atractiva para las familias que buscaban un vehículo espacioso y duradero.
Conclusión
El Volkswagen Sharan de 2001, en su configuración Conceptline 110 TDI Aut., es un monovolumen que encarna la esencia de la practicidad y la funcionalidad familiar. No busca deslumbrar con prestaciones deportivas o un diseño vanguardista, sino que se enfoca en ofrecer un espacio generoso, un confort de marcha adecuado y la robustez esperada de un Volkswagen. Es un compañero de viaje fiable y sensato, ideal para quienes valoran la amplitud y la comodidad en sus desplazamientos diarios y aventuras familiares. Un coche que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo un testimonio de la ingeniería alemana orientada a la vida en familia.




