Especificaciones y análisis del Volkswagen Touran
Potencia
140CV
Par
320Nm
Consumo
-l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
-s
Vel. Máx.
-km/h
Peso
1595kg
Precio
26,770€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
5 / 5 puertas
695 L
60 L
103 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Volkswagen Touran 2.0 TDI 140 CV Trendline DSG (2003-2004)
Descripción general
El Volkswagen Touran de 2003, en su versión 2.0 TDI de 140 CV con cambio DSG, se presentaba como una propuesta familiar robusta y versátil. Con un precio de 26.770 €, este monovolumen buscaba conquistar a quienes valoraban el espacio, la funcionalidad y la eficiencia de un motor diésel, todo ello envuelto en la sobriedad y calidad que Volkswagen solía ofrecer en aquella época. Era un coche pensado para la vida en familia, con la promesa de viajes cómodos y un rendimiento adecuado para el día a día.
Experiencia de conducción
Al volante del Touran 2.0 TDI de 140 CV, la sensación predominante era de solidez y aplomo. El motor diésel, con sus 140 CV y un par motor de 320 Nm desde las 1750 rpm, ofrecía una respuesta contundente y una buena capacidad de recuperación, ideal para mover con agilidad sus 1595 kg de peso, incluso con carga. La transmisión DSG de 6 velocidades, una tecnología avanzada para la época, proporcionaba cambios suaves y rápidos, contribuyendo a una experiencia de conducción relajada y eficiente. La suspensión, con un esquema McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, filtraba bien las irregularidades del terreno, ofreciendo un buen equilibrio entre confort y estabilidad. La dirección, sensible a la velocidad, aportaba precisión en carretera y facilidad en maniobras urbanas. En general, era un coche que transmitía confianza y seguridad, aunque sin grandes pretensiones deportivas.
Diseño y estética
El diseño del Volkswagen Touran de 2003 era eminentemente funcional y práctico, siguiendo la línea estética sobria y atemporal de la marca. Sus líneas eran limpias y rectas, buscando maximizar el espacio interior y la visibilidad. Con 4391 mm de largo, 1794 mm de ancho y 1635 mm de alto, ofrecía una presencia robusta pero no excesivamente voluminosa. El frontal se caracterizaba por unos faros de tamaño generoso y una parrilla discreta, mientras que la zaga mantenía la misma filosofía de simplicidad y eficiencia. El interior, con capacidad para 5 asientos, destacaba por su modularidad y un maletero de 695 litros, una cifra impresionante para su segmento. Los materiales y acabados, aunque no lujosos, eran de buena calidad y transmitían durabilidad, un sello distintivo de Volkswagen.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Touran de 2003 incorporaba elementos que lo situaban a la vanguardia de su segmento. El motor 2.0 TDI de 140 CV destacaba por su inyección directa por bomba inyector, turbo de geometría variable e intercooler, tecnologías que optimizaban el rendimiento y la eficiencia del combustible. La transmisión automática DSG de 6 velocidades era uno de sus puntos fuertes, ofreciendo una experiencia de conducción superior a las cajas automáticas convencionales de la época. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados de 288 mm delante y discos de 260 mm detrás, además de estabilizadoras en ambos ejes para mejorar el comportamiento dinámico. Aunque no se especifican sistemas de asistencia a la conducción avanzados, su equipamiento de serie incluía lo esperable para un vehículo de su categoría en ese momento.
Competencia
En el competitivo segmento de los monovolúmenes compactos, el Volkswagen Touran de 2003 se enfrentaba a duros rivales. Entre ellos destacaban el Opel Zafira, el Renault Scénic y el Citroën Xsara Picasso. Cada uno ofrecía sus propias virtudes: el Zafira por su versatilidad de 7 plazas, el Scénic por su confort y diseño innovador, y el Picasso por su amplitud y luminosidad interior. El Touran se posicionaba como la opción más equilibrada, ofreciendo una combinación de calidad de construcción, eficiencia mecánica y un diseño funcional que apelaba a un público que buscaba un coche práctico y fiable sin renunciar a la imagen de marca.
Conclusión
El Volkswagen Touran 2.0 TDI 140 CV Trendline DSG de 2003 fue un monovolumen que cumplió con creces las expectativas de las familias de la época. Su combinación de un motor diésel potente y eficiente, una transmisión DSG avanzada, un diseño interior espacioso y modular, y la reconocida calidad de construcción de Volkswagen lo convirtieron en una opción muy atractiva. Era un coche que ofrecía un equilibrio casi perfecto entre funcionalidad, confort y rendimiento, ideal para el día a día y los viajes largos. Aunque su diseño era sobrio, su practicidad y fiabilidad lo hacían destacar en un segmento muy competido, dejando una huella duradera en el mercado de los vehículos familiares.




