Especificaciones y análisis del Volvo S40
Potencia
109CV
Par
145Nm
Consumo
7.9l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12s
Vel. Máx.
190km/h
Peso
1255kg
Precio
19,040€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 4 puertas
471 L
60 L
80 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Volvo S40 1.6 · 109 CV (1995-2002)
Descripción general
El Volvo S40 de 1996, en su versión 1.6, se presenta como una berlina compacta que buscaba combinar la seguridad y el confort tradicionales de Volvo con un tamaño más manejable. Con un motor de gasolina de 109 CV y una caja de cambios manual de 5 velocidades, este modelo ofrecía una propuesta equilibrada para la época, posicionándose como una opción sensata para quienes valoraban la fiabilidad y la discreción.
Experiencia de conducción
Al volante del S40 1.6, la sensación predominante es de solidez y seguridad. La dirección, aunque no excesivamente comunicativa, transmite confianza, y la suspensión, de tipo McPherson en el eje delantero, filtra bien las irregularidades del asfalto, proporcionando un viaje confortable. Los 109 CV del motor de 1.6 litros son suficientes para un uso diario y viajes tranquilos, aunque no esperes una aceleración fulgurante (12 segundos de 0 a 100 km/h). La entrega de potencia es lineal y predecible, lo que contribuye a una conducción relajada. El consumo combinado de 7.9 l/100km era razonable para su segmento en aquel entonces, permitiendo una autonomía decente gracias a su depósito de 60 litros. Es un coche que invita a la calma, a disfrutar del trayecto sin prisas, con una buena insonorización que aísla del ruido exterior.
Diseño y estética
El diseño del Volvo S40 de 1996 es un reflejo de la estética sobria y funcional que caracterizaba a la marca sueca en esa década. Sus líneas son limpias y atemporales, con una silueta de berlina clásica de cuatro puertas. La parrilla frontal, aunque discreta, ya insinuaba la identidad de Volvo, y los faros rectangulares aportaban una mirada seria. En el interior, la ergonomía era una prioridad, con un salpicadero bien organizado y materiales que, sin ser lujosos, transmitían durabilidad. Los asientos, como es habitual en Volvo, ofrecían un excelente confort para viajes largos. Con 4.52 metros de largo y 1.72 metros de ancho, ofrecía un buen equilibrio entre habitabilidad y facilidad de maniobra, con un maletero de 471 litros que resultaba muy práctico para el equipaje familiar.
Tecnología y características
En 1996, el Volvo S40 1.6 incorporaba la tecnología esperable para su segmento y precio. Su motor de gasolina de 1.6 litros con inyección indirecta y 16 válvulas (4 por cilindro) era una configuración probada y eficiente. La transmisión manual de 5 velocidades era el estándar, ofreciendo un control directo sobre la potencia. En cuanto a seguridad, Volvo ya era un referente, y aunque los detalles específicos de este modelo no se desglosan en profundidad, es de esperar que contara con elementos como frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros, y una estructura de carrocería diseñada para absorber impactos. La dirección asistida, aunque no se especifica su tipo, era un elemento clave para la comodidad de conducción. No se mencionan sistemas avanzados de asistencia a la conducción, lo cual es lógico para la época.
Competencia
En el mercado de 1996, el Volvo S40 1.6 se enfrentaba a una competencia sólida en el segmento de las berlinas compactas. Sus principales rivales incluían modelos como el Audi A4, el BMW Serie 3, el Mercedes-Benz Clase C, el Volkswagen Passat y el Ford Mondeo. Frente a ellos, el S40 destacaba por su reputación de seguridad y su enfoque en el confort y la durabilidad, aunque quizás ofrecía una experiencia de conducción menos deportiva que algunos de sus competidores alemanes. Su precio de 19.040 € lo situaba en un rango competitivo, ofreciendo una alternativa distintiva para aquellos que buscaban algo diferente a las opciones más comunes.
Conclusión
El Volvo S40 1.6 de 1996 es un coche que, a pesar de los años, sigue transmitiendo la esencia de la marca: seguridad, confort y una calidad de construcción robusta. No es un coche para los amantes de las prestaciones puras, sino para aquellos que valoran la tranquilidad en la conducción y la fiabilidad a largo plazo. Su diseño atemporal y su habitáculo espacioso lo convierten en una opción práctica y agradable para el día a día y los viajes familiares. Es un vehículo que, con el mantenimiento adecuado, puede seguir ofreciendo un servicio leal y confortable, un verdadero clásico moderno que representa una época dorada de la ingeniería sueca.




