Volvo S40 2.0T Aut. · 163 CV (2002-2003)

1996
Gasolina
FWD
Automático 5v
Volvo S40 - Vista 1
Volvo S40 - Vista 2
Volvo S40 - Vista 3
Volvo S40 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Volvo S40

Potencia

163CV

Par

240Nm

Consumo

8.7l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

9s

Vel. Máx.

215km/h

Peso

1330kg

Precio

26,252

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

471 L

Depósito

60 L

Potencia

120 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima163 CV / 120 kW
Par máximo240 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito60 L
Maletero471 L

Análisis detallado del Volvo S40 2.0T Aut. · 163 CV (2002-2003)

Descripción general

El Volvo S40 de 1996, en su versión 2.0T Aut., se presenta como una berlina que, a pesar de los años, mantiene un encanto particular. Con un motor de gasolina de 163 CV y una transmisión automática de 5 velocidades, este modelo prometía un equilibrio entre confort y una respuesta adecuada para la época. Su precio de 26.252 € en 2002 lo posicionaba en un segmento competitivo, buscando atraer a quienes valoraban la seguridad y la sobriedad escandinava.

Experiencia de conducción

Al volante del S40, la sensación es de solidez y aplomo. El motor 2.0T, con sus 163 CV y 240 Nm de par desde bajas revoluciones (1800 rpm), ofrece una aceleración de 0 a 100 km/h en 9 segundos y una velocidad máxima de 215 km/h, cifras respetables para su tiempo. La transmisión automática de 5 velocidades, aunque no es la más rápida de hoy, proporciona transiciones suaves, priorizando el confort en la conducción. La suspensión, tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, junto con las barras estabilizadoras, contribuye a un comportamiento predecible y seguro, absorbiendo bien las irregularidades del asfalto. El consumo combinado de 8.7 l/100km (NEDC) es un recordatorio de que la eficiencia no era la prioridad principal en aquel entonces, pero la experiencia general es de un coche que invita a viajes largos con tranquilidad.

Diseño y estética

El diseño del Volvo S40 de 1996 es un reflejo de la filosofía de la marca en esa década: líneas limpias, funcionales y una estética que prioriza la seguridad y la durabilidad sobre la extravagancia. Con 4520 mm de largo, 1720 mm de ancho y 1420 mm de alto, sus proporciones son las de una berlina compacta pero espaciosa. El frontal, con sus faros rectangulares y la característica parrilla de Volvo, transmite una imagen de robustez. El interior, aunque sobrio, está bien rematado con materiales de calidad, y el maletero de 471 litros ofrece una buena capacidad para el equipaje. Es un diseño que, si bien no busca llamar la atención, envejece con dignidad.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el S40 de 1996 incorporaba soluciones avanzadas para su época. El motor de gasolina de 1948 cc, con inyección indirecta, turbo e intercooler, demostraba la apuesta de Volvo por la sobrealimentación para obtener un buen rendimiento. La transmisión automática de 5 velocidades era un elemento de confort significativo. En cuanto a la seguridad, un pilar fundamental de Volvo, aunque no se detallan los sistemas específicos, es de esperar que contara con los estándares de la marca, como airbags y una estructura de carrocería robusta. La dirección de cremallera y los frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros aseguraban un control adecuado del vehículo. No obstante, carecía de las ayudas a la conducción y la conectividad que hoy consideramos esenciales.

Competencia

En su segmento, el Volvo S40 competía con berlinas de marcas premium y generalistas que buscaban ofrecer un equilibrio entre prestaciones, confort y estatus. Entre sus rivales directos se encontraban modelos como el BMW Serie 3 (E46), el Audi A4 (B5), el Mercedes-Benz Clase C (W202), e incluso opciones como el Volkswagen Passat o el Saab 9-3. El S40 se diferenciaba por su enfoque en la seguridad, su diseño escandinavo y una reputación de fiabilidad, atrayendo a un público que valoraba la discreción y la calidad de construcción.

Conclusión

El Volvo S40 2.0T Aut. de 1996 es un coche que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo un testimonio de la ingeniería y la filosofía de Volvo. Ofrece una experiencia de conducción confortable y segura, con un motor que responde con solvencia y una transmisión suave. Su diseño atemporal y su construcción robusta lo convierten en una opción interesante para quienes buscan un clásico moderno con un toque de distinción. Es un vehículo que, aunque no deslumbra con la tecnología más puntera de hoy, cumple con creces su propósito de transportar a sus ocupantes con seguridad y comodidad, dejando una huella de solidez y confianza.